Fuente: Madrid/Geoscopio.
La entrada en servicio de la primera fase de la depuradora del Baix Llobregat dará servicio a 2.275.000 habitantes y forma parte de un sistema de saneamiento que cuenta con una inversión de 40.000 millones de pesetas.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha puesto la primera piedra de las obras de la estación depuradora de aguas residuales del Baix Llobregat, en un acto en el que estuvo acompañado por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Esta depuradora forma parte esencial del sistema de saneamiento del Baix Llobregat.
El sistema de saneamiento del Baix LLobregat está formado por una red de colectores-interceptores de 18 kilómetros de longitud, una planta depuradora de tratamiento biológico y un emisario submarino de 3.200 metros de longitud. La depuradora, ubicada en el término municipal de El Prat del Llobregat, tendrá una capacidad para tratar un caudal de 420.000 metros cúbicos al día, correspondiente a una población de 2.275.000 habitantes equivalentes (población más industrias).
La inversión prevista asciende a 40.000 millones de pesetas, financiados el 85% por el Ministerio de Medio Ambiente con auxilio de fondos de cohesión y el 15% restante por la Generalitat de Cataluña a través de la Agencia Catalana del Agua.
Con la entrada en servicio de las obras se conseguirá la recuperación del curso del río Llobregat, desde Sant Boi hasta el mar, así como la regeneración de las playas más próximas a la desembocadura. Esta mejora de la calidad de las aguas de baño se extenderá por todo el frente marítimo de la comarca del Baix Llobregat, desde el puerto de Barcelona hasta el macizo del Garraf.
La planta depuradora se proyecta en dos líneas paralelas, con un proceso biológico convencional de fangos activos, que permitirá una reducción de la contaminación del 92%.
Los fangos producidos en el proceso, debidamente tratados, podrán utilizarse para la producción de energía eléctrica destinada a consumo de la planta y una buena parte de ellos (40.000 toneladas al año) serán aprovechados, posteriormente, como abono para la agricultura y para otros usos.
Está prevista la reutilización de una parte de las aguas depuradas, 140 Hm3 al año, para el mantenimiento de las zonas húmedas del Delta del Llobregat, para uso agrícola, para contribuir al caudal ecológico del río, para riego de zonas verdes y como barrera contra la intrusión salina que amenaza la calidad del agua del acuífero, entre otros usos.
El Plan de Saneamiento y Depuración tiene como objetivo el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la Directiva de la Unión Europea 91/271 sobre depuración de aguas residuales urbanas, siendo su plazo final el año 2005.
De la última revisión del Plan realizada en diciembre de 1998 se deduce que en España existen alrededor de 1.000 instalaciones de tratamiento de aguas residuales operativas en aglomeraciones mayores o iguales a 2.000 habitantes equivalentes sirviendo a una población total de 43 millones de habitantes equivalentes (habitantes reales y contaminación industrial).
Estas cifras representan el 64% de la carga contaminante total que deberá estar depurada antes de la finalización del año 2005. La Administración central lleva invertidos en depuración desde que se puso en marcha en 1995 el Plan Nacional de Saneamiento 385.000 millones de pesetas.
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