Agosto 2000
Los vertidos industriales y urbanos
se han convertido en una de las fuentes más importantes de degradación
de las aguas superficiales y subterráneas. Si bien en porcentaje el
consumo de agua por la industria puede parecer escaso, lo cierto es
que varía enormemente según las cuencas. Así, en las cuencas del norte
de España el uso industrial llega a superar el 50 por 100 del total
del uso del agua. Además, el vertido de una pequeña cantidad de sustancias
altamente tóxicas puede dañar irreparablemente un gran volumen de
agua. La aplicación de rigurosas políticas de prevención de la contaminación
es la mejor estrategia para luchar contra este problema, que es especialmente
grave en el caso de la generación y vertido de sustancias tóxicas
y peligrosas. La reducción en el uso de materias prima tóxicas, eliminando
también los productos en sí mismo tóxicos, necesita la aplicación
por un lado de medidas legislativas que la fomenten, penalizando al
mismo tiempo el uso de tóxicos, y por otro lado de la aplicación de
manera mucho más rigurosas de los cánones de vertido. Las soluciones
de final de tubería -depuradoras, filtros, incineradoras- para el
caso de los productos tóxicos se han mostrado ineficaces, ya que simplemente
trasladan el contaminante de un medio a otro.
Para luchar
contra la contaminación orgánica generada en los núcleos urbanos
existen numerosas tecnologías de depuración, que van desde los filtros
verdes hasta complejas plantas de puración de aguas. No obstante,
uno de los puntos básicos y generalmente incumplidos es la separación
de las aguas residuales industriales de las urbanas. La presencia
de sustancias tóxicas en las aguas residuales puede destruir totalmente
los cultivos bacterianos necesarios para la depuración de la materia
orgánica. A pesar de la Directiva Europea de obligado cumplimiento
sobre depuración de aguas residuales, España está muy lejos de cumplir
los requisitos. En muchos casos se está optando por la construcción
de emisarios submarinos, en vez de depurar los vertidos. La correcta
depuración de las aguas residuales puede aportar nuevos recursos
hídricos para algunos usos, como el riego de jardines a través de
su reutilización.
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