- Producción térmica.
Generalmente utiliza
los productos de combustión directa que se han citado arriba,
aunque en ocasiones también se emplea biogas.
- Doméstica. Tradicionalmente
se han usado estufas y hogares, con rendimientos energéticos muy
bajos. En los últimos años, sin embargo, van apareciendo criterios
nuevos en cuanto a: eficiencia de los equipos, mejora de los efectos
ambientales, características del combustible.... lo cual puede
ser una oportunidad para los productos densificados de biomasa.
Esto contribuiría a diversificar la demanda y los productos. Recientemente
también se están instalando calderas de biomasa para calefacción
de centros públicos y de comunidades de vecinos.
- Industrial. Se viene
aplicando biomasa a instalaciones como hornos cerámicos, secaderos
y calderas. En este ámbito existe disponibilidad tecnológica suficiente
para mejorar sensiblemente los rendimientos y diversificar los
servicios.
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