Fuente: Geoscopio/Madrid.
Las mejoras permitirán un ahorro de 11,75 Hm3 de agua al año gracias a una inversión de 3.929.405,64 euros.
El objetivo de la modernización será la reducción de las pérdidas de agua en las redes de transporte y distribución así como de los consumos energéticos, mejorando la gestión del riego.
El Presidente de SEIASA de la Meseta Sur, Francisco Rodríguez Mulero, en representación del Ministerio de Agricultura, acompañado del Consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Extremadura, José Luis Quintana Álvarez, ha colocado esta mañana en Arroyo de San Serván (Badajoz), la primera piedra de las obras de Modernización y Consolidación de los Regadíos de la Comunidad de Regantes de Mérida.
El proyecto prevé la modernización de 5.225 Ha correspondientes a 1.174 regantes de la zona pertenecientes a los municipios de Mérida, Arroyo San Serván y Calamonte. Las obras contarán con una inversión de 3.939.405,64 euros y permitirán un ahorro estimado de al menos 11,75 Hm3 de agua al año.
La zona regable de la C.R. de Mérida, en la margen izquierda del Guadiana, se encuentra dividida en dos áreas diferenciadas: una zona de riegos por gravedad con una superficie de 1.966 Ha y otra de riegos presurizados con una extensión de 3.259 Ha.
Las actuaciones en la zona de gravedad, sectores A, B y C del Canal del Lobón, consistirán en obras de mejora e impermeabilización de las acequias, así como su sustitución en los tramos que sea necesarios por otras nuevas prefabricadas.
En la zona de aspersión, sectores de Arroyo de San Serván-Calamonte, que bombean desde el Canal del Lobón, las obras estarán encaminadas a la sustitución de los hidrantes principales e instalación de contadores en las parcelas. Al mismo tiempo se instalará un sistema de telecontrol del riego que permita actuar sobre los hidrantes y se pueda facturar por consumo aplicando discriminación horaria, además la supervisión, monitorización y manejo de la estación de bombeo.
La modernización de las tomas de riego permitirá el establecimiento de riegos programados por volúmenes o por tiempos y el control de los consumos, lo que repercutirá en importantes ahorros de agua, facilitando además la facturación individualizada.
En conjunto, el objetivo de la modernización será evitar las pérdidas de agua en las redes de transporte y distribución así como la reducción de los consumos energéticos, la flexibilización del servicio prestado a los regantes disminuyendo la dependencia de los turnos de riego y la mejora de la gestión del agua.
La modernización de los regadíos tiene por objeto general el uso eficiente del agua, lo que puede suponer un ahorro de hasta un 40 por ciento en el consumo, así como una mejora de la productividad de los cultivos, que podría alcanzar hasta un 25 por ciento. Con las mejoras se consigue además un aumento de la calidad de vida de los agricultores, gracias a la implantación de avanzados sistemas de control y gestión del riego, que a su vez repercuten favorablemente en la calidad medioambiental.
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