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Un estudio del CSIC demuestra el impacto negativo de la fragmentación de los bosques en su estructura genética
Martes, 16 de Mayo de 2006
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Fuente: CSIC
El trabajo se publica esta semana en ‘PNAS’
- Las poblaciones forestales segmentadas pierden diversidad genética y resistencia ante los cambios ambientales
- Descubren que las especies polinizadas por el viento, como el haya, también son muy sensibles a la fragmentación del hábitat
- En el hayedo de Montseny, donde se realizó el estudio, está alterado el sistema de reproducción de esta especie
Madrid, 11 de mayo, 2006 Un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, en Barcelona, dirigido por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Josep Peñuelas, ha demostrado que la fragmentación de las masas forestales disminuye la diversidad genética de las poblaciones remanentes, con lo que se reduce la capacidad de los árboles de resistir ante los cambios ambientales y aumenta su peligro de extinción.
El trabajo, publicado en el último número de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense (PNAS), fue realizado en el hayedo del Parque Natural de Montseny, en Barcelona. En esta zona, los científicos comprobaron que la segmentación, además de reducir y aislar geográficamente a las poblaciones de haya, ha perturbado el sistema de reproducción de esta especie, aumentando la consanguinidad.
www.csic.es/prensa
Peñuelas, que ha trabajado con el ecólogo del CSIC Alistair Jump, explica una de las principales aportaciones del trabajo: “Hasta ahora se asumía que el haya, y otras especies similares que son polinizadas por el viento, eran particularmente resistentes a los efectos de la fragmentación del hábitat y, por tanto, corrían poco riesgo ante los efectos de los cambios ambientales. Este trabajo muestra, en cambio, que esto no es así: la fragmentación del hábitat pone en riesgo significativo incluso a esta especie de árboles ampliamente distribuidos y polinizados por el viento”.
MONTSENY: UN LABORATORIO NATURAL Los investigadores pusieron en marcha este proyecto de dos años cuando, en un estudio paralelo sobre los efectos del cambio climático en la estructura genética de las poblaciones, se dieron cuenta de que en Montseny tenían “un magnifico laboratorio natural” para el estudio de la fragmentación. “Este área es casi única en el mundo por la presencia de numerosas réplicas de fragmentación a muy poca distancia unas de las otras, y con, por lo menos, varios siglos de existencia”, recuerda Peñuelas. El equipo científico ha realizado todas las comprobaciones comparando los fragmentos de bosque con la masa forestal sin segmentar.
Muchas poblaciones de plantas y animales, incluidas las de los humanos, dependen de los bosques, por los productos y servicios que proporcionan. Para el investigador del CSIC, “este estudio demuestra que se debe evitar la fragmentación de los bosques en poblaciones más pequeñas, para así maximizar las posibilidades de que sobrevivan a largo plazo”.
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