En concreto, se trata de los parques que la Compañía construye en Polonia, denominados Malbork y Kisielice, con una potencia instalada de 18 y 40,5 megavatios (MW), que entrarán en funcionamiento a finales de 2006 y principios de 2007, respectivamente. Estas instalaciones permitirán la reducción a la atmósfera de más de 93.000 toneladas de CO2 al año. 

Como primer paso, la Autoridad Nacional Designada (AND) ya ha certificado que IBERDROLA tiene capacidad suficiente para llevar a cabo proyectos de energía eólica y de AC, según el artículo 6 del Protocolo de Kioto, una formalidad requerida por el país anfitrión, Polonia, para que la Empresa pueda solicitar las cartas de aprobación de estas dos iniciativas. 

IBERDROLA continuará ahora con el resto de las fases de la tramitación: la validación del proyecto por una Entidad Independiente Acreditada (AIE), la obtención de la carta por parte de la AND española y el visto bueno final del Comité de Supervisión de la Aplicación Conjunta (JISC). 

Los proyectos AC, uno de los mecanismos de flexibilidad contemplados para facilitar el cumplimiento del Protocolo de Kioto, permiten invertir en proyectos sostenibles en países con economías de transición de mercado que reduzcan las emisiones de CO2. 

El Plan Nacional de Asignación (PNA), aprobado por el Gobierno español para cumplir la Directiva Europea y el Protocolo de Kioto, contempla que se reduzcan las emisiones un 7% a través de mecanismos de flexibilidad basados en proyectos: Aplicación Conjunta (AC) y Mecanismo del Desarrollo Limpio (MDL). 

IBERDROLA ya tiene registrado un proyecto MDL por la Junta Ejecutiva del Mecanismo del Desarrollo Limpio, la central hidroeléctrica Las Vacas (Guatemala). La Empresa también está analizando otros proyectos susceptibles de ser considerados como MDL, entre los que se encuentran el parque eólico Río do Fogo en Brasil, de 50 MW; el parque eólico La Ventosa (México), de 100 MW, y la central hidráulica El Recreo (Guatemala), actualmente en proyecto. 

La participación de IBERDROLA en los mecanismos de flexibilidad se enmarca en la estrategia global de la Compañía para hacer frente al cambio climático y se plantea a pesar de tener uno de los parques de generación con menos emisiones de España. Al cierre de 2005, un 60% de la energía generada por la Empresa estaba libre de emisiones de gases de efecto invernadero.