22 de marzo - Día Mundial del Agua 2006: Agua y cultura
Miércoles, 22 de Marzo de 2006
Fuente: Geoscopio/Madrid. La coordinación de los eventos llevados a cabo alrededor del mundo con ocasión del Día Mundial del Agua (DMA) se confía cada año a una agencia diferente del sistema de las Naciones Unidas, eligiéndose también cada año un tema particular que ilustre los múltiples aspectos relativos al agua. Este año, el Día Mundial del Agua será coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) bajo el tema "Agua y cultura".
Construimos nuestras ciudades cerca del agua; nos bañamos en el agua; jugamos en el agua; trabajamos con el agua. Nuestras economías están en gran parte basadas sobre la fuerza de su corriente, el transporte a través de ella y, todos los productos que compramos y vendemos están vinculados, de una u otra manera, al agua. Nuestra vida diaria se desarrolla y se configura en torno al agua. Sin el agua que nos rodea - la humedad del aire, la fuerza de la corriente fluvial, el agua del grifo - nuestra existencia sería inconcebible. En las últimas décadas, nuestra estima por el agua ha decaído. Ya no es un elemento digno de veneración y protección, sino un producto de consumo que hemos descuidado enormemente. El 80% de nuestro cuerpo está compuesto de agua y dos tercios de la superficie del planeta están cubiertos por agua: el agua es nuestra cultura, nuestra vida.
El tema "Agua y cultura" del DMA 2006 atrae nuestra atención hacia el hecho de que existen tantas maneras de considerar, utilizar y conmemorar el agua como tradiciones culturales alrededor del mundo. Sagrada, el agua se sitúa en el centro de numerosas religiones y se utiliza en diversos rituales y ceremonias. Durante siglos, el agua ha sido también fuente de inspiración para el arte, que la ha representado a través de la música, la pintura, la literatura y el cine. El agua constituye también un factor esencial en diversos ámbitos científicos. Cada región del mundo tiene su particular forma de consagrar el agua, pero todas reconocen su valor y el lugar central que ocupa en la vida humana. Las tradiciones culturales, las prácticas indígenas y los valores sociales determinan la manera en que las poblaciones perciben y gestionan los recursos hídricos en las distintas regiones del mundo.
Como punto focal de las Naciones Unidas para la promoción de la diversidad cultural, la UNESCO pretende conservar y respetar la especificidad de las distintas culturas, acercándolas y extendiéndolas en un mundo cada vez más interactivo e interdependiente.
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