Fuente: Geoscopio/Madrid. El 16 de septiembre, se celebra el “Día Mundial del Ozono” para
conmemorar la firma del Protocolo de Montreal en esa misma fecha de 1987.
El ozono es una muy pequeña parte de nuestra atmósfera pero su presencia es vital
para la vida del hombre en la Tierra. La mayor parte del ozono se encuentra en la
atmósfera, dentro de la estratosfera, en lo que se conoce como "capa de ozono" y que
contiene el 90% de este gas. La presencia de esta "capa" limita las dosis de radiación
ultravioleta procedente del Sol que alcanzan la superficie terrestre.
A mediados de los años 70, se descubrió que la liberación a la atmósfera de algunos
componentes químicos creados por el hombre para uso industrial podían destruir el
ozono presente en esa capa, provocando su adelgazamiento. Este hecho podía
ocasionar, entre otras cosas, un aumento de los casos de cáncer de piel y de cataratas
en los ojos. Los investigadores Mario Molina y F. Rowland alertaron sobre el papel de
los Compuestos Clorofluorcarbonados (CFCs) en la desaparición del ozono
estratosférico y, en 1995, por sus investigaciones sobre la materia ambos fueron
distinguidos con el premio Nóbel de Química.
La preocupación por estos hechos llevaron a los gobiernos del mundo a acordar la
Convención de Viena en 1985 con el fin de tomar las medidas adecuadas para proteger
la capa de ozono. Ello llevó dos años más tarde a la elaboración de un texto conocido
como el Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas en el cual se expresaban esas
medidas concretas: se prohibía la fabricación de las sustancias que colaboraban al
deterioro del ozono en la estratosfera según unos plazos y se potenciaba la
investigación, desarrollo y fabricación de sustancias que lo preservasen. El día en que
dicho Protocolo se firmó: 16 de septiembre de 1987, fue declarado "Día Mundial del
Ozono".
Entretanto, en los años 80, los investigadores antárticos descubrieron que a comienzos
de la primavera y sobre la Antártida los niveles de total de ozono en columna
comenzaban a disminuir alcanzándose niveles alarmantemente bajos durante un corto
periodo de tiempo. El fenómeno fue conocido como "el agujero de la capa de ozono". La
información salió a la luz pública a raíz de la publicación en la revista "Nature" de un
artículo en mayo de 1985 por parte de un equipo de científicos del Reino Unido. Este
fenómeno, con diferentes oscilaciones ha ido en aumento hasta este año, ganando en
extensión la zona abarcada por el fenómeno y en duración el tiempo que tarda en
recuperarse hasta los niveles normales.
Estudios realizados mediante el proceso cuidadoso de los satélites meteorológicos,
ozonosondeos y espectrofotómetros basados en la superficie terrestre (tales como los
que dispone el INM) muestran el declinar de los totales de ozono en todas las latitudes
del globo durante la década de los ochenta y gran parte de los noventa. Sin embargo,
existe amplio consenso en la comunidad científica para afirmar que, a nivel planetario,
el deterioro de la capa de ozono se ha detenido y que hay signos que apuntan a una
recuperación lenta como consecuencia de la aplicación de las medidas del Protocolo de
Montreal.
Los resultados de los modelos de predicción globales apuntan a una recuperación de
los niveles de ozono presentes en la década de los setenta hacia la segunda mitad del
siglo XXI (2050-2060). Sin embargo, continúan existiendo incertidumbres sobre el ritmo
de recuperación ligadas a los efectos del cambio climático: aumento del contenido del
vapor de agua en la estratosfera, aumento del metano, enfriamiento de la parte baja de
la estratosfera, entre otros factores.
El ozono es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera. Cada
molécula de ozono está compuesta por tres átomos de oxígeno. Su denominación
química es O3. Tiene por tanto un átomo más que una molécula de oxígeno normal: O2.
El 90 % se encuentra en la estratosfera (región de la atmósfera entre los 10 -12 km y los
50 km de altura). La máxima concentración de ozono en la latitud de la Península
Ibérica se encuentra entre los 21 y los 25 km dependiendo de la época del año. En
Canarias, la altura del máximo es ligeramente superior. En la troposfera (entre el suelo y
los 10 -12 km de altura) se encuentra el 10% restante.
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