Ante los representantes sindicales y de la Administración, la patronal forestal quiso dejar claro que existe una “fuerte inseguridad jurídica” en la contratación debido a que los trabajos forestales están tradicionalmente incluidos en el Régimen Especial Agrario -salvo la actividad de incendios sujeta al Régimen General- y a los diferentes criterios autonómicos. Unas comunidades aplican el régimen general y otras el especial agrario, lo que crea una fuerte inseguridad jurídica al sector empresarial.

Yacimiento de empleo

El presidente de Asemfo basó su intervención en “la importancia de los bosques como yacimiento de empleo” y en los “principales problemas en materia laboral, sobre todo el que se refiere al régimen de la seguridad social aplicable a los trabajadores forestales”.    

Los bosques garantizan la calidad de vida de los ciudadanos. Representan el ecosistema terrestre de mayor importancia y cumplen funciones esenciales, (económicas, sociales y ambientales) para el mantenimiento de la vida. Por eso, el sector forestal “constituye una fuente importante de creación de empleo, ya que demanda una considerable cantidad de mano de obra, principalmente en las zonas rurales, donde los trabajos forestales favorecen el poblamiento de dichas áreas y evitan el abandono del campo, generan rentas ambientales suplementarias, permiten la conservación y mantenimiento del entorno y de los espacios naturales”.

El presidente de Asemfo subrayó el papel esencial de las empresas de obras y servicios forestales, porque “promueven el desarrollo local sostenible,  la cohesión social de las áreas rurales y favorecer la creación de riqueza, la diversificación económica y la generación de empleo”. Para mantener estas funciones, es necesario “conseguir una estabilidad en la inversión y empleo del sector”. La asociación considera de vital importancia el establecimiento de “una normativa laboral específica” y la regulación de las condiciones de los trabajadores forestales. “Esta mejora  de la situación de la mano de obra del sector se logrará con convenios colectivos, régimen de la seguridad social, estudios y programas de seguridad y salud”.

Recordó a los agentes sectoriales que la mayoría de las empresas forestales son pymes, con una implantación territorial local o regional. “Forman parte de esa legión de empresas que sustentan en España el 90% del empleo, de esas que decía el Ministerio de Economía: Cuando una pyme abre sus puertas, el país se pone en movimiento”.

Qué pide la patronal   

Asemfo pide una normativa específica en prevención de riesgos laborales en el sector forestal. En 2001 editó, en colaboración con las centrales sindicales, un manual de asistencia técnica en prevención de riesgos laborales en el sector forestal, que ha supuesto un importante avance en la valoración y sistematización de los riesgos laborales en las empresas y trabajadores forestales.

El informe destaca “la necesidad de elaborar una reglamentación específica y la regulación de un programa de seguridad y salud laboral de los trabajos forestales, que analice los riesgos que conlleva su ejecución y defina las correspondientes medidas preventivas y normas de seguridad. La Ley 31/95 y el Reglamento de los Servicios de Prevención de 1997 sientan las bases, pero no son suficientes para acometer los problemas del sector. En algunos casos se aplica el decreto 1627/97, pero su artículo 1 no recoge dentro del ámbito funcional a las actividades forestales”.

En cuanto al régimen de la seguridad social, demanda una uniformidad de criterios y la definición de un régimen ajustado a la realidad de los trabajos forestales, que tiene características muy diferenciadas de otras actividades, debido al tipo de explotación, el medio en el que se desarrolla el trabajo, la forma de contratación o la estacionalidad.

Cualquier modificación del Régimen Especial Agrario, que suponga un acercamiento al Régimen General de la Seguridad Social y una mayor cobertura para los trabajadores, Asemfo lo valora positivamente, “en la medida que contribuye a garantizar la permanencia de los trabajadores en el sector forestal”.

Radiografía forestal

Los datos del III Estudio de Inversión y Empleo, elaborado por Asemfo con información del Observatorio ocupacional del INEM, revelan que el mayor número de contratos se produce en Andalucía, Castilla y León y Galicia y destaca el importante porcentaje de contratos de personal técnico firmados en la Comunidad de Madrid.

Contratos en el sector forestal primario en 2002, por CCAA y tipo de trabajador.

Personal Técnico: 8%. Especializado: 34%. Peón Forestal: 58%

Contratos

Los de peón son los más frecuentes. Presentan un fuerte estacionalidad. Elevada inserción laboral (70-75%) si se cuenta con preparación específica. Preponderancia del varón (superior al 90%). La oferta de empleo se centra entre los 30-39 años y entre los 18-24. El contrato más frecuente es el de obras o servicio determinado.

La evolución de contratos en los últimos tres años refleja una caída del 15% anual. Sin embargo, el número de empleos recogidos en la EPA determina una importante recuperación, “mostrando como el ámbito forestal está cobrando creciente relevancia en el medio rural, frente al descenso de la población ocupada en el sector agrario. El año 2002 supuso el inicio de una etapa de mayor estabilidad laboral, muy deseable en un sector con frecuentes movimientos transversales a sectores afines”.

Baja inversión

La inversión necesaria para generar empleo, aunque ha ascendido ligeramente, continúa siendo muy baja. “Por lo que seguimos demandando una política generadora de empleo estable y digno en el sector forestal y en todo el ámbito rural y medioambiental”.

Más información: 91 350 01 70

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