El Plan Nacional de Regadíos se ha constituido en un instrumento básico para la modernización, ordenación y fomento de los regadíos, con una inversión total que supera los 5.000 millones de euros.

Los objetivos que persigue el Plan desde su aprobación, en el año 2002, han sido la consolidación de un sistema agroalimentario nacional diversificado y competitivo, y que permitiera mejorar el nivel socioeconómico de los agricultores, incrementando la productividad y la renta de las explotaciones. También se ha convertido en un instrumento de apoyo para vertebrar el territorio, reduciendo los proceso de pérdida de población en las zonas rurales.

Para la consecución de estos fines, el Plan Nacional de Regadíos ha supuesto la puesta en marcha de importantes acciones, entre las que destaca la aplicación del programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes en España, que ha permitido optimizar el uso del agua disponible, así como modernizar los sistemas de riego. Las inversiones ejecutadas hasta la fecha en virtud de este apartado han alcanzado la cifra de 1.076 millones de euros, lo que supone un 35,2 por ciento de lo previsto.

Estas cifras se consideran altamente satisfactorias, por el gran ritmo de ejecución alcanzado, cuando todavía nos encontramos a la mitad del período de programación, y porque ponen de manifiesto el interés que han demostrado las Comunidades de Regantes por llevar a cabo la consolidación y mejora de su superficie de regadío, bajo las diferentes fórmulas para alcanzar las dotaciones de agua precisas o los ahorros pertinentes.

En lo que respecta al nivel de compromiso asumido por la Administración General del Estado, éste ha alcanzado el 91,3 por ciento en superficie convenida, así como el 97,1 por ciento en inversión, lo que representa un compromiso de ejecución de consolidación y mejora de regadíos en 501.000 hectáreas con una inversión total de 1.418 millones de euros.

Las Comunidades de Regantes donde se están desarrollando actuaciones con mayor amplitud son las de la Comunidad Valenciana, Extremadura, la Región de Murcia, Aragón, La Rioja y Cataluña.

También hay que hacer referncia al ahorro de agua que supondrá la ejecución del Plan, estimado en más de 1.350 hectómetros cúbicos, que pueden duplicarse si las acciones de mejora se continúan desarrollando hasta alcanzar la total superficie del regadío que lo precisa -1,1 millones de hectáreas más-, que debería hacerse en un nuevo período de programación.

También es importante resaltar el impulso que está generando el Plan a la industria auxiliar de regadío, al haber ésta duplicado sus instalaciones y estar obteniendo su tecnología cuotas crecientes en el mercado exterior, hasta alcanzar en 2002 cifras de exportación cercanas a los 150 millones de euros.