España ratificó el Convenio sobre Diversidad Biológica en 1993. Su punto focal en nuestro país lo ostenta la Subdirección General de Conservación de la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente. Actualmente, son 186 las partes contratantes que se han comprometido con este Convenio.

El Convenio tiene tres objetivos fundamentales: conservar la biodiversidad; usar de manera sostenible sus componentes y repartir justa y equitativamente los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos mediante, entre otras cosas, el acceso adecuado a los mismos y la transferencia de las tecnologías pertinentes.

Uno de los compromisos fundamentales de cada parte contratante es, en la medida de los posible y con arreglo a su legislación, el de contribuir a respetar, preservar y mantener las prácticas de las comunidades indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida acordes con la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica. Asimismo se deberá promover la aplicación de estas tradiciones de manera más amplia con la promoción de esos conocimientos y su innovación.

Este compromiso es especialmente importante para España por dos razones:

• por coincidir con las actividades que lleva a cabo la Agencia Española de Cooperación Internacional a través de su programa indígena
• por ser un país rico en conocimientos tradicionales de interés para la conservación de la biodiversidad.

Por todo ello, España ha participado siempre en el desarrollo de este objetivo de forma notable y es el país que más ha apoyado su aplicación.