Fuente: Madrid/Geoscopio
España y Francia han alcanzado un acuerdo para presentar una candidatura conjunta al desarrollo del proyecto ITER. De esta manera, España albergará la entidad jurídica del proyecto, mientras que en Francia estará ubicado físicamente el proyecto. Después del acuerdo, el Consejo de Ministros de la Unión Europea ha aprobado por unanimidad la nueva propuesta.
La Agencia Europea de Fusión, que estará radicada en España, será la encargada de controlar todos los contratos para la construcción, la aportación industrial y el desarrollo de la I+D del proyecto, para lo que gestionará más de 2.000 millones de euros. La Agencia estará en Cataluña mientras que la ubicación física del proyecto estará en la ciudad francesa de Cadarache.
En el pacto alcanzado con Francia destaca también un acuerdo de cooperación científica entre las comunidades francesa y española durante todo el proceso de desarrollo. Asimismo se ha acordado que, uno de los dos directores generales que correspondan a la Unión Europea, sea español.
PROYECTO ITERbr>
El proyecto ITER está siendo desarrollado por un consorcio internacional en el que participan la UE, Estados Unidos, China, Canadá, Japón, Rusia y Corea del Sur. La decisión sobre su sede, por la que también compiten Japón y Canadá, se adoptará en un encuentro, previsto para la tercera semana de diciembre en Washington. El ITER es el proyecto internacional de mayor envergadura después de la Estación Espacial Internacional.
La construcción de ITER supondrá unas inversiones de 4.500 millones de euros en los próximos veinte años y la participación de al menos 3.000 científicos internacionales en su puesta en marcha, lo que supondrá dotar de un alto valor añadido científico y tecnológico al país que albergue esta gran instalación.
Complementariamente y al margen de su elevado valor científico, ITER será el motor de un importante impulso industrial que desarrollará las más avanzadas tecnologías en una gran variedad de campos muy relevantes para sectores tales como la robótica, la electrónica, la superconductividad, los nuevos materiales o las comunicaciones.
Asimismo traerá consigo la creación de un apreciable número de puestos de trabajo y el consiguiente desarrollo económico de la zona en la que se construya la instalación.
El proyecto ITER tiene como objetivo estudiar la viabilidad tecnológica de la fusión nuclear como fuente energética. La fusión ha sido experimentada en máquinas de menor tamaño, pero es necesaria la construcción de un reactor de grandes dimensiones para avanzar en el camino que lleve a su utilización comercial. Presenta indudables ventajas sobre las fuentes energéticas convencionales, entre otras la de utilizar un combustible inagotable, la total seguridad y la de no producir residuos.
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