El proyecto permitirá optimizar y desarrollar alternivas al uso del bromuro que ya están siendo estudiadas, en concreto para usos críticos, como el cultivo de fresa. Para ello se pondrán en marcha campos de demostración de alternativas químicas, físicas y mixtas más prometedoras y la biofumigación, para lo que se procederá a la caracterización de los problemas fitopatológicos y evaluación de alternativas no químicas, como materia orgánica y solarización.

El Protocolo de Montreal incluyó el bromuro de metilo como una de las sustancias que agotan la capa de ozono. Esta sustancia se utiliza como fumigante en la agricultura intensiva. Posteriormente, el Consejo de Ministros de la Unión Europea adoptó, en 1999, una posición común, con un calendario de reducción de su uso mucho más riguroso que el establecido por el citado Protocolo, estableciendo la supresión total, salvo para usos agrícolas, a partir del 1 de enero de 2005

Gracias a la colaboración de los agricultores, España ha establecido sus necesidades de bromuro de metilo en usos críticos para el 2005 en unas mil toneladas, lo que supone una reducción de más de un 75%, en algunos cultivos, respetando con ello los acuerdos de la Unión Europea y del Protocolo de Montreal que exigen una reducción del 70%.