Fuente: Madrid/Geoscopio
Según un informe, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, los avances conseguidos en materia de medio ambiente en Europa corren peligro debido a las actividades económicas no sostenibles
La situación del medio ambiente en Europa ha mejorado en diversos aspectos a lo largo de la última década, pero muchos de estos avances podrían verse contrarrestados por el crecimiento económico, ya que los gobiernos deben aún tomar medidas importantes para desvincular la presión ambiental de la actividad económica.
Este es uno de los mensajes clave de la tercera evaluación sobre el medio ambiente en Europa, realizada por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que se publica el lunes y que analiza la situación en 52 países, incluyendo por primera vez a toda la Federación de Rusia y a 11 estados pertenecientes a Europa Oriental, el Cáucaso y Asia central (EECCA).
Esta evaluación muestra que la mayoría de los avances en la mejora del medio ambiente siguen siendo bien consecuencia de las medidas correctoras que se toman al final de los procesos para limitar la contaminación o bien resultado de la recesión económica y de la reestructuración que se vive en muchas zonas de Europa.
"Sabemos por experiencias del pasado que estos avances se perderán una vez más si el crecimiento económico continúa basándose en las actividades tradicionales, perjudiciales para el medio ambiente, que aún prevalecen, en lugar de en opciones más sostenibles y ecológicamente eficientes", señaló Gordon McInnes, Director Ejecutivo de la AEMA.
Al tiempo que destaca las amplias diferencias existentes entre, e incluso dentro de los diferentes grupos regionales, la evaluación confirma que aquellas políticas ambientales desarrolladas adecuadamente y puestas en práctica, han traído consigo importantes mejoras en distintos ámbitos y han reducido la presión ejercida sobre el medio ambiente en Europa.
Sin embargo, las políticas ambientales en materia de gestión de residuos no han dado lugar a logros importantes y la presión ejercida sobre algunos recursos naturales, especialmente los bancos de pesca, el suelo y las tierras cultivables, sigue creciendo. Por otra parte, los vertidos a las aguas, procedentes de fuentes difusas como, por ejemplo, la agricultura, siguen siendo un problema.
La salud humana sigue enfrentándose a una amplia variedad de riesgos relacionados con el medio ambiente. Así, la generación de residuos peligrosos crece en toda Europa. La calidad del agua potable sigue siendo preocupante en toda la región y la exposición a partículas en suspensión, causantes en parte de la contaminación atmosférica, es en la actualidad la mayor amenaza para la salud humana en las ciudades europeas.
El informe concluye que debe acelerarse la formulación y aplicación de políticas, con un enfoque más integrado de las cuestiones medioambientales, para que Europa pueda garantizar una adecuada protección del medio ambiente y cumplir así su objetivo de realizar una transición hacia un desarrollo mas sostenible.
Podrá encontrar la versión completa del informe:
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