Fuente: Madrid/Geoscopio
Estas obras, que cuentan con un presupuesto de 55.804.440 euros y darán servicio a 156.000 habitantes, forman parte del Plan Hidrológico Nacional, que invertirá en Galicia hasta el año 2008 más de 282 millones de euros para depurar sus aguas residuales.
El Consejo de Ministros ha autorizado la firma de un convenio entre la Confederación Hidrográfica del Norte y la Xunta de Galicia, para la financiación, ejecución y explotación de las obras de mejora del saneamiento de Ferrol. El convenio, que tendrá una duración de cuatro años, se financiará con fondos FEDER en un 85 por 100, mientras que la Xunta de Galicia aportará el restante.
Las obras consisten, fundamentalmente, en la construcción de una conducción de cruce de A Malata y del emisario terrestre que transportará las aguas desde A Malata hasta la estación depuradora de aguas residuales de Cabo Pioriño.
El primero de estos proyectos tendrá un coste de 18.645.456 euros. Transportará el agua residual desde el punto de vertido actual del interceptor general de Ferrol, hasta el emisario terrestre. Además, se construirá una estación de bombeo en la margen derecha de A Malata y otra conducción de impulsión para conectar el bombeo con la cámara emplazada en la cabecera del emisario terrestre A Malata- Cabo Prioriño. La longitud de este tramo es de 1.159 metros y tendrá un caudal de 6.500 litros por segundo.
La estación de bombeo tendrá capacidad para elevar un caudal de 6.500 litros por segundo. Para su construcción es necesario ganar algo de terreno a la ensenada, modificando ligeramente el actual perfil de costa. La conducción de impulsión hasta la conexión con el emisario terrestre tendrá una longitud total de 89 metros.
El importe del segundo proyecto ascenderá a 37.158.983 euros. Contempla la construcción de un túnel en el que se alojarán las conducciones hidráulicas necesarias para transportar por gravedad las aguas residuales provenientes del bombeo de A Malata. Su longitud aproximada será de siete kilómetros.
La impulsión consiste básicamente en una conducción en zanja compuesta por dos tuberías de 1.200 milímetros de diámetro que trasladan las aguas residuales hasta la boca de entrada del emisario terrestre. A partir de este punto, las aguas residuales circulan por gravedad a lo largo del emisario terrestre, que tendrá 7.344 metros de longitud y tres metros de diámetro interior.
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