Ayer se puso la primera piedra de la planta de clasificación de materiales derivados de frigoríficos en Alicante. Se trata de la primera planta de estas características de la Comunidad Valenciana y la segunda de toda España.

La planta dará servicio a toda la Comunidad Valenciana, solucionando definitivamente el problema de los residuos generados por estos aparatos frigoríficos y que ha supuesto una inversión de superior a cinco millones de euros y que tratará 40.000 frigoríficos al año de toda la Comunidad.

En la actualidad los frigoríficos son depositados en vertederos de residuos sólidos urbanos, donde el deterioro de los equipos hace que se liberen a la atmósfera los CFC que contienen. Por este motivo la Conselleria de medio ambiente, a través de Vaersa, decidió la construcción de esta nueva instalación con el objetivo de retirar los gases contaminantes de los mismos, y reducir las emisiones de clorofuorocarbonos que está considerado como uno de los principales culpables del deterioro de la capa de ozono.

Para Fernando Modrego, conseller de medio ambiente, que presidió el acto, "a través de esta instalación vamos a tratar adecuadamente frigoríficos fuera de uso con el fin de recuperar los diversos materiales que pueden ser reaprovechados en otras actividades industriales y al mismo tiempo impedir que componentes peligrosos que se utilizan o utilizaban en su fabricación acaben en vertederos".

La planta, que contará con las más modernas tecnologías, tendrá capacidad para tratar 25 unidades a la hora, a los que se les extraerá el gas contaminante a través de un sistema de bombeo, y el resto de los componentes serán reciclados si procede.

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