El Parlamento Europeo subraya que deben reducirse las ayudas a determinadas empresas o producciones que perjudiquen o falseen la competencia. No obstante, está de acuerdo con que las ayudas se orienten a promover la investigación, el medio ambiente, las pymes o la formación y el empleo.

Por otra parte, considera que las ayudas a la reconversión deberían limitarse a promover la reducción de la capacidad de producción. El texto finalmente adoptado alerta del papel perjudicial que pueden tener las ayudas estatales por cuanto pueden incentivar la deslocalización de empresas.

La resolución pone de manifiesto que existen grandes divergencias entre los diferentes Estados miembros en cuanto a la definición y el uso de las ayudas regionales. Ante esta situación, la Cámara pide la elaboración de estadísticas comparables que presenten la totalidad de las ayudas nacionales y comunitarias por habitante en las diferentes regiones.

Los párrafos relativos a las ayudas al carbón, a la posibilidad de una política regional complementaria de las regiones y que pedían una redefinición de la ayuda estatal incompatible con el Tratado, fueron rechazados.

El pleno del Parlamento adoptó el informe elaborado por el Philippe Herzog por 164 votos a favor, 163 en contra y 1 abstención, pero tan modificado que el propio ponente pidió el voto en contra.