Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Comisión Europea autorizó una ayuda regional a la inversión por importe de 22 millones de euros con vistas a la producción de motores diesel y gasolina en su fábrica de Valladolid por considerar que el proyecto podía haberse efectuado en Rumanía.
La ayuda regional a la inversión ayudará a la fábrica de la empresa en Valladolid a aumentar su capacidad de producción en 1.200 motores/día. El proyecto evaluado por la Comisión se refiere a una inversión de 149 millones de euros entre 1999 y 2004.
La Comisión evaluó la compatibilidad del proyecto de ayuda con las directrices comunitarias sobre ayudas estatales al sector de los vehículos de motor. Por albergar dudas sobre la compatibilidad de la ayuda con las directrices la Comisión decidió incoar el procedimiento formal de examen. Sin embargo, no se recibió observación alguna de terceros.
Según las directrices comunitarias sobre ayudas estatales al sector de los vehículos de motor, la Comisión debe velar por que las ayudas concedidas guarden proporción con la gravedad de los problemas que deben solucionarse y sean necesarias para la realización del proyecto.
Por lo que respecta a la necesidad de la ayuda, el beneficiario debe demostrar claramente que cuenta con una alternativa viable económicamente para la implantación de su proyecto. La Comisión examinó la movilidad geográfica del proyecto y consideró que la fábrica del grupo Renault en Bursa (Turquía) hubiera podido acoger el proyecto; por consiguiente, Renault pudo optar por efectuar allí la inversión.
Para evaluar la proporcionalidad de la ayuda se realizó un "análisis coste/beneficio". Se eligió el emplazamiento de Mioveni, en Rumania (dónde Renault posee la fábrica de Dacia), debido a su semejanza con Bursa en cuanto a situación y costes. En este análisis se comparan los costes que deberá sufragar el inversor para realizar su proyecto en el sitio elegido con los que debería sufragar por un proyecto idéntico situado en otro lugar.
El análisis coste/beneficio reveló que los costes suplementarios ocasionados por la implantación de la producción en Valladolid, y no en Mioveni, eran más elevados que la ayuda prevista para el proyecto. Por consiguiente, la Comisión concluyó que se cumplía lo dispuesto en directrices comunitarias sobre ayudas estatales al sector de los vehículos de motor. Así, la Comisión decidió que el proyecto de ayuda era compatible con el Tratado y lo autorizó.
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