Según comentó la comisaria "Los riesgos que se ciernen sobre el abastecimiento energético puede contrarrestarse de manera rápida y relativamente barata frenando el crecimiento de la demanda de energía. La limitación del consumo de energía y la mejora del rendimiento energético conservarán recursos finitos, aliviarán las dificultades de abastecimiento y mejorarán el impacto ambiental del consumo de energía".

Los riesgos que afectan al abastecimiento de energía pueden gestionarse mediante una combinación de actuaciones dentro de las políticas energéticas que incidan tanto en la demanda como en la oferta.

En cuanto a la oferta, hay que hacer hincapié en la energía nuclear y las renovables, que conjugan la diversificación del abastecimiento con la conservación del medio ambiente y la seguridad energética, argumentó de Palacio.

"Es evidente que tenemos que asegurar que las fuentes de energía renovables se tengan plenamente en cuenta en nuestras estrategias energéticas y que se fomente el desarrollo de métodos de utilización rentables" señaló Loyola de Palacio.

Para frenar el crecimiento de la demanda de energía, los poderes públicos no deben dudar en utilizar la reglamentación y los instrumentos fiscales, como desgravaciones fiscales o determinados tipos de impuestos, para influir en los consumidores de energía a fin de que modifiquen su comportamiento.

Finalmente, en relación con la lucha contra el cambio climático, hacer frente a las consecuencias medioambientales de la producción, el transporte y el consumo de energía es una tarea urgente que exige una solución a escala mundial.

Por ello , la Loyola de Palacio aprovechó la oportunidad para reiterar el compromiso de ratificar el Protocolo de Kioto contraído por los 15 Estados miembros de la Unión Europea, y exhortó a los demás miembros del G-8 a ratificar el Protocolo lo antes posible de manera que pueda entrar en vigor antes de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de este año.

Noticias relacionadas:

• La industria renovable critica la apuesta de Loyola de Palacio por la nuclear