El nuevo sistema de control de los residuos industriales se ha regulado en dos órdenes y pretende seguir el destino final de los residuos y evitar así su abandono o depósito en vertederos urbanos o en lugares inadecuados.

En concreto, las órdenes son la 32/2001, de 27 de diciembre, que regula los documentos de control de la recogida de residuos industriales no peligrosos, entre los que se incluyen los residuos de la construcción y demolición, y la 1/2002, de 21 de enero, que regula la gestión de pequeñas cantidades de residuos peligrosos (las empresas que producen menos de 10.000 kilogramos de residuos al año).

Con este sistema, la Consejería de Medio Ambiente considera que podrá controlar el destino de los residuos industriales generados en el ámbito de la Comunidad, cumplir los objetivos marcados en el Plan Director 2000-2006 y favorecer, por orden de prioridad, la reutilización, el reciclado y la valorización.

Para ello, la nueva normativa regional pone a disposición de los gestores un procedimiento de control más simple y rápido que el actual, el cual limita los trámites burocráticos exigidos hasta ahora para la recogida y gestión. Todas las empresas industriales están obligadas a gestionar sus residuos para lo que deberá contratar a un gestor autorizado o valorizar sus residuos.