Aunque la propuesta inicial de la Comisión se refería no sólo al ruido sino también a vibraciones mecánicas, radiaciones, ondas y campos electromagnéticos, el texto del Consejo aborda exclusivamente el ruido.

El objetivo es proteger a los trabajadores de los efectos nocivos del ruido. El principal cambio introducido por el Consejo es que la medición de los valores límites tiene en cuenta el efecto de los protectores auditivos. Varias enmiendas matizan esta cuestión, por ejemplo, aclarando la responsabilidad del empresario de formar a los trabajadores para un buen uso de los protectores auditivos.

Por lo que respecta a la acumulación de la exposición para determinar los límites, el Consejo permite que cuando el ruido varíe mucho de una jornada laboral a otra, se pueda evaluar la exposición semanal, en lugar de diaria, al ruido.