Este tramo comprendido entre el límite provincia de Lugo y Asturias hasta la conexión con la Autovía del Noroeste (A-6), y que forma parte de la Autovía del Cantábrico (de San Sebastián a Santiago de Compostela), podrá ejecutarse si se cumplen una serie de condiciones para adecuar el trazado a su entorno.

Una de las condiciones que Medio Ambiente exige al promotor, en este caso al Ministerio de Fomento, es que deberá aprovechar, como calzada de la autovía, un tramo ya existente de carretera que discurre por el espacio protegido Ría de Ribadeo (Zona de Especial protección para Aves y Lugar de Interés Comunitario), para evitar una nueva ocupación de suelo.

Para compensar la inevitable afección al espacio propuesto como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de los ríos Ladra-Parga-Támoga, con presencia de alisedas en la vegetación de riberas de gran importancia para la biodiversidad de la zona, el proyecto deberá contemplar la restauración de una superficie de aliseda no menor de mil metros cuadrados.

La Declaración de Impacto exige modificaciones en todas las infraestructuras incluidas en el proyecto para salvaguardar la vegetación de ribera de los ríos de la comarca.

El proyecto deberá incluir, además, un estudio acústico, especialmente para todas las edificaciones existentes en el entorno del trazado, con especial atención a los núcleos urbanos y se desarrollarán medidas de protección, como pantallas acústicas,cuando sea necesario.Esta Declaración de Impacto Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente se publicará próximamente en el Boletín Oficial del Estado.