En virtud de este acuerdo, se va a crear un grupo de trabajo formado por representantes sectoriales y de las administraciones que será el encargado de elaborar en el plazo de tres meses una estrategia de promoción del aceite de oliva español.

Con el diseño de esta estrategia se pretende, entre otros objetivos, conquistar el liderazgo del mercado mundial en un plazo de cinco años, fortalecer el prestigio de este producto, incentivar su consumo fuera de España y apoyar las iniciativas de calidad y certificación.

Esta iniciativa, impulsada por la Consejería de Agricultura y Pesca, está abierta a la adhesión de otras comunidades olivareras españolas como Castilla-La Mancha y Cataluña, entre otras.

Como entidades representantes del sector oleícola han participado la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Confederación de Cooperativas Agrarias de España, Infaoliva, Asaja, COAG y UPA.

El sector del aceite de oliva español viene realizando un gran esfuerzo comercial en los últimos años, lo que le ha permitido alcanzar una cifra de exportación anual que supera ya las 300.000 toneladas (150.000 millones de pesetas).

Sin embargo, el 70% de las exportaciones de aceite de oliva se realizan a granel, fundamentalmente a Italia, con lo que es en este ámbito donde se concentra el principal reto del sector y donde se encuentra su gran potencial.

El olivar español tiene enorme importancia económica, social y medioambiental, ya que representa más del 7% de la Producción Final Agraria (PFA). En conjunto, aglutina 2,4 millones de hectáreas, mantiene más de 10.000 empleos en la industria y genera 46 millones de jornales.

Con estas cifras, España es el primer productor mundial de aceite de oliva y concentra el 50% de la producción de la Unión Europea. En los últimos años, la producción española ha experimentado un continuo incremento de la calidad, gracias a la mejora del cultivo, de las almazaras y de las industrias de refino.