Fuente: Madrid/Geoscopio.
El Banco Mundial está trabajando con Colombia para luchar contra la desigualdad mediante el mejoramiento de la infraestructura del país. Su esfuerzo abarca desde inversión social y transporte público moderno hasta agua limpia donde antes había aguas residuales sin tratar.
En esta región aproximadamente un tercio de su población de 502 millones vive en la pobreza, unos 125 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable, 200 millones no cuentan con instalaciones sanitarias adecuadas y 70 millones aún carecen de suministros de energía modernos.
"Acceso" es el lema para las autoridades que trabajan con dinero y personal del Banco Mundial en Bogotá para aumentar las oportunidades de los pobres. Desde 1996, cuando el Banco Mundial comenzó a entregar el préstamo, en las ciudades se han construido caminos nuevos. Con ello aumentó la cobertura del transporte en un 20% y se unió a los barrios pobres aislados.
Según los funcionarios de la ciudad, Bogotá aún es una ciudad caótica y congestionada por el tráfico, con un excesivo parque vehicular de hasta 20.000 autobuses contaminantes, en donde los desesperantes embotellamientos llevan la tensión de sus habitantes al límite.
Sin embargo, se han logrado progresos. "Hemos tratado de ayudar en la creación de un sistema más eficiente que mejore la dignidad y la calidad de la vida diaria", señaló Mauricio Cuéllar, miembro del equipo del proyecto del Banco Mundial.
Las nuevas unidades de transporte público fueron financiados en parte por un préstamo por 3,1 millones de dólares del Banco Mundial. Para fines de año, se estima cubrirán toda la ciudad de norte a sur y de este a oeste, con 23 rutas y 55 paradas.
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