Fuente: Madrid/Geoscopio.
Un miembro de la delegación japonesa en la Comisión Ballenera Internacional admite que Japón ha utilizado las” promesas de ayuda económica para influenciar a los miembros de la mencionada comisión” en sus decisiones.
Tras varios días sufriendo las duras condiciones climáticas de la Antártida, los activistas de Greenpeace a bordo del MV Arctic Sunrise, que se encuentra actualmente protestando contra la caza de ballenas en esta área, bloquearon con éxito la captura de un rorcual aliblanco.
Cuando los balleneros se disponían a lanzar su arpón, una lancha de Greenpeace se colocó directamente en la línea de fuego - entre la ballena y el barco japonés Kyo Maru No. 1-, hasta que el rorcual se sumergió.
"Si nosotros podemos parar a los balleneros, ¿por qué no pueden los gobiernos del mundo detener esta caza de ballenas para siempre?" Se preguntaba Yuko Hirono, responsable de la campaña de Greenpeace a bordo del MV Arctic Sunrise.
Las lanchas de Greenpeace también fueron testigo del macabro trasbordo de una ballena muerta desde un barco de captura hasta el barco factoría "Nisshin Maru" que había sido destrozada por los arponazos y tuvo que ser transportada en dos piezas.
Una de las lanchas se coló entre los dos barcos balleneros con la intención de ralentizar el trasbordo. Los balleneros respondieron lanzando agua helada desde grandes cañones contra los conductores, ocasionándoles lesiones en la cara. A pesar de ello, la lancha siguió maniobrando para impedirles el trasbordo hasta que se vio forzada a escapar para no ser aplastada por los dos barcos.
Greenpeace ha hecho un llamamiento a los representantes de los gobiernos que forman parte de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para que eleven una firme protesta ante los métodos poco limpios que utiliza la Agencia de Pesca de Japón para controlar la CBI con la intención de reanudar la caza comercial de ballenas.
Su estrategia de reclutamiento de nuevos países en la CBI y la "compra" de sus votos a cambio de Ayudas Económicas al Desarrollo hace que esté peligrosamente cerca de conseguir la mayoría de votos en la próxima reunión que se celebrará en mayo de 2002.
Según Greenpeace, en una entrevista con la televisión australiana ABC, Komatsu un miembro de la delegación japonesa en la reunión de la Comisón Ballenera Internacional (CBI) de 2001, admitió que Japón había usado las "herramientas de la diplomacia y las promesas de ayuda económica para influenciar a los miembros de la Comisión Ballenera Internacional".
"Con una mayoría en la CBI, el Gobierno de Japón podrá acabar con la moratoria temporal que existe sobre la caza de ballenas. Volver a cazar ballenas a gran escala será un desastre total para el futuro de todos los cetáceos del Planeta" declaró Mª José Caballero, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace España.
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