Fuente: Madrid/Geoscopio.
El Banco Mundial proporcionará hasta 270 millones de dólares a El Salvador en el transcurso de los próximos tres años, en el marco de una nueva estrategia de asistencia para el país presentada al Directorio Ejecutivo del Banco.
Esto incluye recursos por 142,6 millones de dólares para un Proyecto de Reconstrucción después de la Emergencia del Terremoto y la Extensión de los Servicios de Salud, aprobados por el Directorio del Banco.
La Estrategia de Asistencia para el País (EAP) del Banco para El Salvador --la cual establece el tipo de apoyo otorgado por parte del Banco Mundial y de la Corporación Financiera Internacional (CFI)-- fue preparada después de una serie de consultas con el gobierno, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y otros donantes del país centroamericano.
Esta estrategia se centra en combatir la pobreza y reconstruir la infraestructura dañada por dos terremotos en enero y febrero de este año, sentando al mismo tiempo las bases para un mayor crecimiento económico en el futuro.
En términos generales, en la estrategia se definen cinco préstamos: asistencia para la emergencia y construcción de establecimientos de salud básica; apoyo a la reforma judicial; desarrollo de comunidades rurales; servicios ambientales; y administración de la tierra.
La estrategia del Banco toma en cuenta la consolidación de la paz y la democracia en El Salvador, un proceso que ha estado acompañado de reformas estructurales. Estas reformas incluyen la liberalización comercial, el fortalecimiento del sector financiero, la reprivatización de las instituciones financieras y otras empresas en manos del Estado, además de la reforma del sistema de pensiones y el mejoramiento del entorno competitivo para la inversión privada. En enero del año 2001, estas reformas se vieron complementadas por la decisión del Gobierno de adoptar el dólar de EE.UU. como moneda de curso legal dentro de un sistema bimonetario.
Las reformas estuvieron respaldadas por esfuerzos permanentes que lograron la disminución de la extrema pobreza en casi un 50% en la década de los noventa, un aumento del 10% en la matrícula escolar del nivel primario, una reducción del 40% de la mortalidad infantil y la duplicación del número de salvadoreños que cuentan con agua potable. Además, los ataques terroristas del 11 de septiembre han profundizado la desaceleración de la economía mundial, lo que ha resultado en un empeoramiento en términos de comercio y en precios deprimidos del café.
El préstamo del BIRF en una moneda única y de margen fijo tiene un vencimiento a 17 años, con cinco años de gracia.
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