La organización ecologista Greenpeace realizó ayer ante el Ayuntamiento de Madrid una demostración de las múltiples aplicaciones de la energía solar, para exigir que la capital apruebe una ordenanza que obligue a la instalación de paneles solares en los edificios.

También pidió que se paralicen los proyectos de centrales térmicas en la Comunidad, como la de Morata, hasta que se analicen en detalle todas las opciones renovables y de eficiencia.

Hoy se debate en el Pleno municipal de la capital una proposición que pide la elaboración de una ordenanza que obligue a instalar paneles solares en todos los edificios nuevos. El pleno también debatirá otra proposición para elaborar una ordenanza que acabe con el actual derroche de energía en alumbrado público.

Al mismo tiempo, en Morata de Tajuña el pleno municipal realizará un debate decisivo para el proyecto de central térmica de la eléctrica norteamericana Entergy.

Barcelona ha conseguido triplicar la superficie instalada de colectores solares térmicos en el primer año de vigencia de la"ordenanza solar". En Madrid, el efecto cuantitativo puede ser mucho mayor, ya que está prevista la construcción o rehabilitación de más de 100.000 viviendas, que si se obliga a que estén dotadas de energía solar térmica podrían cubrir sus necesidades de agua caliente con el sol, evitando la emisión de 87.000 toneladas anuales de CO2, que se producirían en el caso de utilizar termos eléctricos.

Greenpeace pide a todos los ayuntamientos que aprueben ordenanzas municipales para asegurar que todos los edificios que se construyan o reformen incorporen la instalación de energía solar térmica para producir el agua caliente sanitaria.

Aunque en España existe el mayor potencial de Europa para el aprovechamiento de la energía solar, en Alemania existe actualmente 7,75 veces más superficie instalada de colectores solares térmicos que en nuestro país, en Austria 6,5 veces más que aquí y en Grecia 5 veces más.