Como primer paso, dentro de quince días se abrirá un ciclo de encuentros en Canarias entre el Ministerio de Fomento y representantes de cabildos, ayuntamientos, Dirección General de Costas, Dirección General de Seguridad y Emergencia, Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación y Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente, que servirán como foros de los que emanen los futuros compromisos canarios del Plan Territorial, que seguirá la línea del Plan de Contingencia Nacional.

El Plan de Emergencia persigue garantizar actuaciones a distancia en aguas que no son competencia del Gobierno autonómico, toda vez que a lo largo de los últimos años se han producido manchas fuera de su ámbito marítimo que, como consecuencia de las corrientes marinas, llegan a las costas. De igual manera, con este plan, se pretende dotar a los cabildos de infraestructuras suficientes para poder afrontar los problemas de vertidos.

También se estudió la necesidad de definir las actividades que corresponden a cada una de las administraciones, para lograr una actuación coordinada de éstas ante los vertidos incontrolados al mar, establecer una fecha para la realización de un simulacro de catástrofe en Canarias, una vez se cuente con el Plan de Contingencias Territorial, y elaborar una relación de las actividades necesarias en caso de vertidos al mar realizados tanto desde el mar como desde la costa.

Las conversaciones que mantuvo el director general de Política Ambiental, Juan Carlos Moreno, con los representantes del Ministerio también giraron en torno a la posibilidad de integrar en el Plan todos los vertidos que se producen desde tierra hacia el mar, ya que la contaminación de las costas canarias por hidrocarburos es ínfima en comparación con la que se produce por residuos vertidos desde tierra hacia mar. Además, Moreno planteó la posibilidad de integrar en este proceso a aquellas posibles empresas contaminantes, que deben de contar con su propio Plan de emergencia ante la contaminación marina producida en caso de accidente.