El presupuesto para esta red, que se ha fijado en 43.746 millones de pesetas (262,91 millones de euros), aparece en una resolución del Ministerio de Medio Ambiente recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en dicho presupuesto se incluye, aparte del montaje de las instalaciones (excluido el coste del suelo), los programas de investigación, innovación, desarrollo y concienciación ciudadana.

La resolución ministerial establece tres supuestos de instalaciones, en función de su capacidad, y hace una previsión de costes de cada uno de ellos.

De este modo, una instalación CARD que trabaje a una cadencia de dos vehículos/día ó 440/año precisará una inversión de 21 millones de pesetas (126.212 euros), para centros con ritmos de cinco vehículos día (1.110 anuales) el coste ya se eleva a 30,6 millones de pesetas (184.150 euros) y para centros con 10 unidades diarias (2.200 anuales) la previsión es de 55,2 millones de pesetas (331.890 euros).

Madrid y Barcelona serán las provincias con capacidad máxima en estos centros en el año 2006, para el que se prevén 1.418.000 vehículos fuera de uso.

En Madrid, está prevista una potencial actuación sobre 225.940 y en Barcelona sobre 164.680 vehículos fuera de uso, muy por delante de Valencia que calcula 79.420, Alicante 55.220 y Sevilla 50.820.

La mayor parte de la inversión correrá a cargo del sector privado, y el servicio prestado en los mismos será abonado por los productores o responsables de la gestión de los residuos, de acuerdo con la intención de la directiva europea de que estos servicios tengan coste cero para el usuario.

Si los promotores de los centros o instalaciones son entidades públicas, comunidades autónomas o entes locales, estos proyectos se podrán acoger a fondos europeos.

Las Administraciones desarrollarán un plan de ayudas económicas para la creación de estos CARD y para la adaptación de las instalaciones ahora existentes que lo precisen.

Medio Ambiente señala que dentro de esta red de CARD se remodelarán las instalaciones de los centros de desguace de vehículos que admitan los nuevos requisitos medioambientales, pero el resto será clausurado.

De acuerdo con esta resolución, los vehículos fuera de uso hasta ahora eran entregados en una red de aproximadamente 3.500 instalaciones de desguace, en su mayoría, "poco controladas y carentes de las oportunas autorizaciones". A este panorama se añade que las piezas y componente de estos vehículos fuera de uso eran reutilizadas sin mucho control en vehículos viejos y el resto, tratado como chatarra sin la previa y adecuada descontaminación.