Fuente: Madrid/Geoscopio.
Cuba y Bélgica acordaron hoy en La Habana un proyecto para la descontaminación de la bahía de la capital cubana, que refuerza las labores que realiza el Grupo de Trabajo Estatal con recursos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La participación belga en el proyecto incluye un fondo de 900.000 euros para destinarlos al saneamiento, conservación y desarrollo de la bahía de La Habana, considerada una de las más contaminadas del área del Caribe.
Cálculos oficiales indican que para conseguir sanear las aguas de la bahía habanera sería necesaria una inversión del orden de los 100 millones de dólares, en un plan de diez años.
Con un área de 5,2 kilómetros cuadrados, una profundidad media de 9 metros y un volumen de 47 millones de metros cúbicos de agua, la bahía habanera tiene un canal de entrada de 1.574 metros de largo y 104 metros de ancho, por donde penetran los buques mercantes de regular calado hacia el puerto más importante de la isla.
Un programa de saneamiento aplicado desde hace varios años a la rada habanera, ha devuelto cierta cantidad de oxígeno a sus aguas, en las que ya se observan muestras de vida marina que no se veían tiempos atrás a causa de la contaminación.
De acuerdo con datos del Grupo de Trabajo Estatal encargado de su saneamiento, conservación y desarrollo, el pasado año fueron extraídos de la bahía 1.017 metros cúbicos de combustible y 3.896 de desechos sólidos flotantes, y en los primeros cuatro meses de este año se recogieron 151,5 y 1.332, respectivamente.
El proyecto en el que participará Bélgica incluye la captación y conducción de residuos contaminantes en el drenaje de Agua Dulce, el sistema de recogida de residuos sólidos y materias primas en el entorno de la bahía.
También ayudará a la puesta en marcha de un Centro de Información y Educación Ambiental, y a la adquisición e instalación de equipos de monitoreo de la calidad del aire.
Las labores de descontaminación de la Bahía de La Habana se realizan con el apoyo de Italia, Japón, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y una organización no-gubernamental alemana.
En los últimos dos años, han sido invertidos aproximadamente medio millón de dólares para el saneamiento de la bahía con relación a los hidrocarburos.
El emplazamiento de una barrera fija en la bahía para detener los derrames, ha contribuido al descenso en un 50 por ciento de la contaminación a partir del año 2.000.
La primera etapa del plan descontaminador persigue la eliminación de sólidos e hidrocarburos, la disminución progresiva de materia orgánica proveniente del alcantarillado urbano e industrial, y el aumento gradual del nivel de oxígeno para restituir la flora y la fauna.
El deterioro de la bahía de La Habana comenzó en el siglo XVIII, cuando las industrias instaladas a su alrededor en esa centuria vertían en sus aguas los residuales sin tratar, a lo que se sumó el establecimiento en sus márgenes del basurero de la Ciudad.
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