Según Millán, es "necesario e indispensable" encontrar una solución al tratamiento de estos residuos, compatibilizándolo con el desarrollo sostenible de los cultivos intensivos y el empleo agrario, ya que los plásticos agrícolas no sólo se almacenan en sus depósitos, sino que han sido enterrados y se dispersan por arroyos, caminos rurales y parajes.

No obstante, Millán señala que la solución, además de inmediata, debe ser estable y ajustarse a las directivas de la Unión Europea, la Ley sobre Residuos y la reglamentación que la desarrolla en Andalucía, además de que los costes de eliminación deben financiarlos los fabricantes y distribuidores de plásticos agrícolas agrupados en el grupo de gestión Cicloagro.

El presidente del consorcio onubense para la eliminación de plásticos agrícolas pide también que cualquier propuesta que se haga en este sentido, además de estar autorizada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, debe haber sido probada con anterioridad.

En la provincia de Huelva se estima que cada año se generan unas 15.000 toneladas de plásticos agrícolas, principalmente derivadas de los cultivos de la fresa.