Fuente: EFE.
El centro de Brescia (noroeste de Italia) está sometido a altos niveles de dioxinas tóxicas, debido a la contaminación que durante varias décadas ha producido una fábrica de productos químicos
Dos médicos han presentado ante un juzgado de la ciudad un estudio en el que demuestran que el número de casos de cánceres linfáticos, de faringe, de hígado y vesícula es notablemente superior en Brescia al de otras ciudades italianas.
Ambos solicitan una investigación epidemiológica independiente y una limpieza exhaustiva de los terrenos cercanos a la planta química, que según diversos estudios acumulan mercurio, plomo, cobre y PCB, un policloro de la familia de las dioxinas que se emplea en plásticos, antiparasitarios, barnices y transformadores eléctricos.
Según publica el diario romano "La Repubblica", diversos estudios de años pasados han apuntado que en algunas zonas de la ciudad la concentración de PCB es 6.000 veces superior a la norma fijada por una ley de 1999 que establece que el umbral de tolerancia del PCB en el suelo es de 0,001 miligramos por kilo de tierra.
El origen de este problema es la fábrica de Caffaro, creada en 1906 junto al centro histórico de Brescia y que ha producido diversos componentes, aunque desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1984 se dedicó íntegramente a los químicos. La producción de PCB se prohibió en Japón en 1972, en Estados Unidos en 1976 y en Italia en 1984, aunque las sustancias permanecen adheridas a la tierra durante años, hasta el punto de influir en la cadena alimentaria, en los animales y en el agua.
Las tierras cercanas a la fábrica pertenecen a un grupo empresarial que tiene la intención, previa modificación del plan urbanístico de Brescia, de construir en ellas una zona residencial y centros comerciales.
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