Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente participará por primera vez, con sendos stands institucionales, en Euroagro e Iberflora, dos ferias que se celebrarán de forma conjunta e integrada en Valencia desde el 18 al 20 de octubre
La celebración conjunta de ambos certámenes ha convertido estas muestras en la gran feria de la agricultura mediterránea, ya que reúnen en un solo marco y en las mismas fechas a la práctica totalidad de la oferta dirigida a los sectores de producción, comercialización y tecnología hortofrutícola.
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente tiene especial interés en que los sectores hortofrutícola y viverista castellano-manchegos consoliden paulatinamente su presencia en la que, sin duda, es la primera feria de productos frescos de España.
En los dos stand institucionales estarán presentes un total de dieciséis empresas y cooperativas de Castilla-La Mancha, de las que siete acudirán al que se instalará en Euroagro y las nueve restantes estarán en el que se ubicará en Iberflora.
En Euroagro, feria a la que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente acude en colaboración con la Unión de Cooperativas de Castilla-La Mancha (UCAMAN), estarán presentes cinco importantes subsectores hortofrutícolas: frutas, ajo, melón, champiñón y espárrago. En Iberflora han confirmado su presencia nueve viveros de la asociación castellano-manchega de productores de plantas forestales.
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha destinado un presupuesto de nueve millones de pesetas a estas dos ferias, que agruparán a unas 600 empresas expositoras y que el año pasado recibieron a cerca de 25.000 visitantes, de los que un 30% eran compradores extranjeros.
En Castilla-La Mancha existen en la actualidad alrededor de 50.000 hectáreas dedicadas a los cultivos hortícolas, lo que supone el 1,05% de la superficie agraria útil. La importancia de este sector radica en su rentabilidad económica y en su carácter social. Un ejemplo de ello es que las 50.000 hectáreas dedicadas a estos cultivos generan, no obstante, el 11% de la producción final agraria de Castilla-La Mancha y, lo que es más importante, están repartidos entre unas treinta mil explotaciones, la mayoría de ellas de carácter familiar.
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