Después de diversas mesas redondas y coloquios, donde se ha debatido el impacto de la política de reciclado en la economía europea y toda la responsabilidad que esto conlleva (tanto a nivel empresarial como social) se han extraído importantes conclusiones que serán punto de referencia para planificar las políticas medioambientales de la Unión Europea.

La opinión más destacada presenta a la Industria como agente principal que ha de asumir la plena responsabilidad que exige la normativa europea en cuanto a la gestión de los residuos de envases, si bien se debe concienciar a la población mediante las autoridades locales.

"Uno de los principales retos de la gestión y de la calidad del Medio Ambiente, señaló Pedro Calvo, consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y miembro de la mesa del Congreso Pro Europe, pasa por implicar y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de introducir la práctica cotidiana del reciclado en los hogares.

El presidente de Ecoembes, Antonio Monerris, presidente de la mesa, apoyó esta idea aunque hizo hincapié en los logros obtenidos por España en esta materia. "España se adhirió a la ley europea sobre reciclado más tarde que el resto de los países y sin embargo ha logrado cumplir los objetivos que la directiva tenía fijados para este año 2001

Como ejemplo de estos progresos se señaló la puesta en marcha por la Comunidad de Madrid de la segunda fase del Plan Autonómico de Residuos Urbanos, con tres años de adelanto, con una inversión de 29.000 millones de pesetas, financiados en parte por la UE. "Un calro exponente de la tan deseada ambición de desarrollo sostenible de una sociedad, que aprovecha y convierte en materia prima lo que antes era un simple desperdicio".