El PP propone que el Plan se elabore en el plazo mínimo de un año y "mejore la gestión de los residuos industriales en nuestro país, siempre en coordinación con las Comunidades Autónomas y respetando su ámbito de competencias".

En la Proposición no de Ley, el Grupo Parlamentario Popular llama la atención sobre las dificultades que surgen a la hora de abordar el problema de la gestión de residuos y se destaca el rechazo social que provoca el mero anuncio de la instalación de una planta de tratamiento.

Contra este rechazo, el PP subraya la utilidad de estas instalaciones recurriendo al ejemplo reciente de las "vacas locas" y la necesidad de incineradoras que se produjo a la hora de quemar los desechos peligrosos, derivados de los animales enfermos.

Otra de las consecuencias de la oposición social a las plantas, indica el PP, es que "el I Plan de Residuos Peligrosos de 1995 - 2000 sólo se ha cumplido parcialmente, entre otras razones por la negativa popular a la construcción de nuevas instalaciones".

Además, el documento señala que tampoco se han cumplido las previsiones presupuestarias, "en muchos casos por falta de firma de Convenios entre las Comunidades Autónomas y la Administración Central".

Estas razones han provocado "que no se hayan podido aplicar los fondos de cohesión disponibles en la Unión Europea para esta clase de infraestructuras", explica la proposición.

"En el período 1995 -2000 se comprometieron dentro del Plan Nacional de Residuos 6.850 millones de pesetas", se indica en el texto, "pero sólo se han abonado 5400", 1450 millones de pesetas quedaron sin abonar porque "no se realizaron las actuaciones previstas y no se firmaron los citados convenios".

El Grupo Popular reitera que "es preciso replantearse la estrategia de gestión de residuos industriales en este país, definir las necesidades presupuestarias y las fuentes de financiación, así como estructurar un nuevo Plan Nacional de Residuos Industriales, coherente con la nueva ley de Residuos".