Fuente: Madrid/Geoscopio.
Los gobiernos de los países centroamericanos acordaron planes de contingencia para afrontar a medio plazo los estragos de la prolongada sequía que afecta a la región, mientras el hambre aprieta a miles de personas que han perdido sus cosechas
Los ministros de Agricultura decidieron el viernes mantener un flujo de información permanente sobre los daños causados por la falta de lluvias en sus países, así como del comportamiento de sus mercados para elaborar un balance mensual sobre la situación alimentaria en la región, dijo a EFE el ministro salvadoreño Salvador Urrutia.
Explicó que la "hoja de balance mensual" es importante para conocer el comportamiento de los mercados en los países de la región con vistas a una eventual importación de granos básicos de naciones de fuera del área, por lo que se recomendará a los ministros de Economía y Comercio que busquen armonizar los aranceles.
Urrutia dijo que los daños causados por la sequía están localizados en los países centroamericanos y han afectado en su mayor parte a campesinos que siembran principalmente para consumo propio, por lo que los mercados en estos momentos no están desabastecidos.
Añadió que los gobiernos diseñan planes para que las miles de personas que no tienen alimentos ni dinero para adquirirlos tengan nuevas fuentes de ingresos y para ello mencionó, como ejemplo, la construcción de infraestructura pública en las zonas afectadas.
Los países más afectados por las pérdidas principalmente de las cosechas de maíz, fríjol, arroz y sorgo son Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, los mismos que fueron severamente golpeados por el huracán Mitch entre la última semana de octubre y la primera de noviembre de 1998.
Según fuentes oficiales de la región, en Guatemala las personas afectadas son 63.510; en Honduras, entre 60.000 y 80.000; en Nicaragua, 247.045 y en El Salvador más de 80.000.
En Belice, Costa Rica y Panamá, que han sufrido en menos cuantía la disminución de las cosechas, no se ha cuantificado aún la población afectada.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) asegura que hay 1,4 millones de personas afectadas por la sequía en la región, de las cuales 775.798 están en condiciones críticas en cuanto a su seguridad alimentaria.
El PMA ha informado de que el organismo proporcionará alimentos al menos en los próximos tres o cuatro meses a 405.000 personas que han perdido todas sus cosechas, pero ha remarcado que le sería más fácil conseguir ayuda internacional si los gobiernos decretaran la situación de emergencia nacional.
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