Fuente: Madrid/Geoscopio.
La presión que el transporte ejerce sobre el medio ambiente no deja de incrementarse, especialmente la del tráfico rodado y aéreo, que crecen con enorme rapidez, advierte un nuevo informe de la Unión Europea.
El consumo de energía por parte del sector del transporte se ha incrementado en un 47% desde 1985, en comparación con el 4,2% en los otros sectores económicos, según un informe que publicó ayer la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La mayoría de los indicadores clave del informe apuntan tendencias desfavorables o señalan que todavía queda mucho para poder alcanzar los objetivos políticos de "hacer más verde" el transporte.
El transporte contribuye a dañar el medio ambiente y la salud humana con la emisión de agentes contaminantes tóxicos y gases de efecto invernadero, la generación de residuos y contaminación acústica y la fragmentación del territorio.
Señala asimismo que continúa la tendencia a recurrir cada vez con mayor frecuencia a coches y aviones, lo que hace que el transporte de pasajeros y mercancías crezca a un ritmo más rápido que la economía en su conjunto, con el consiguiente agravamiento de la amenaza para el medio ambiente y la salud humana.
"De forma general, del informe se desprende que el transporte en la UE es cada vez menos -y no más- sostenible a efectos medioambientales," afirma el Director Ejecutivo de la AEMA, Domingo Jiménez-Beltrán. "Resulta imperativo seguir trabajando en pos de un sistema de transporte más sostenible, y por ello deben redoblarse los esfuerzos por integrar las consideraciones medioambientales en la política de transportes."
Pero también se constatan tendencias positivas, fundamentalmente gracias a los avances tecnológicos y a los combustibles que han hecho menos contaminantes los nuevos vehículos terrestres. Ello ha redundado en una notable mejoría de la calidad del aire urbano, aunque en muchas ciudades la calidad del aire todavía entraña riesgos para la salud y es necesario seguir trabajando en esa dirección.
La eficiencia energética del transporte por automóvil ha mejorado ligeramente en las últimas dos décadas, aunque el bajo índice de ocupación y el uso de automóviles más potentes y pesados ha contrarrestado en parte lo ganado en eficiencia gracias a los combustibles en los nuevos turismos.
No se ha visto incrementada, en cambio, la eficiencia energética del transporte de mercancías por carretera, y muy poco la del transporte marítimo o ferroviario. El transporte aéreo sigue siendo el modo de transporte de menor eficiencia energética, a pesar de los avances tecnológicos.
Jimenez Beltran destacó que "para contener el incremento del transporte, es necesario trabajar asimismo en otros sectores", tal es el caso del sector turístico "pues el viaje por motivos turísticos es la categoría de transporte de pasajeros que aumenta con mayor rapidez".
El informe, que se ha publicado a las puertas de la celebración este fin de semana en Bélgica de un encuentro de los ministros europeos de transporte y medio ambiente, advierte que las tendencias actuales comprometen el cumplimiento de los objetivos que la Unión se impuso con el Protocolo de Kioto para luchar contra el cambio climático.
Además, los datos se alejan de los objetivos recientemente marcados por la UE de disociar el crecimiento económico y el del transporte, y de devolver las cuotas de mercado tomadas por el ferrocarril, el transporte marítimo y el transporte fluvial a los niveles de 1998 para el año 2010.
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