Fuente: Madrid/Geoscopio.
El consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, y el presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha, José Manuel Martínez Cenzano, han firmado en Toledo el convenio que pondrá en marcha el Pacto Ciudad-Habitable, un ambicioso programa de actividades que supone el punto de partida de una serie de actuaciones encaminadas a conseguir que las ciudades y pueblos de Castilla- La Mancha sean más cómodos, accesibles, solidarios, ordenados y respetuosos con el medio ambiente. En definitiva: más habitables.
En virtud del acuerdo suscrito, la Consejería de Obras Públicas invertirá 20 millones de pesetas que se destinarán a la formación de técnicos municipales y a las campañas de sensibilización para asentar las bases del Pacto, de manera que se prolongará, en esta primera fase, hasta el final de la presente legislatura.
El Pacto Ciudad-Habitable sigue la estela de la Carta de Aalborg, en la que buen número de países europeos se comprometen a promover políticas de crecimiento desde el respeto escrupuloso al medio ambiente. Su andadura será paralela a las Agendas 21 locales planteadas por los Ayuntamientos, con las que compartirá la misma filosofía.
Gil se ha mostrado satisfecho por la firma de un documento que "procurará que exista un desarrollo urbanístico ordenado, y no sólo espacios ocupados por viviendas que, ni estética ni funcionalmente, son beneficiosas para las ciudades o los habitantes de Castilla-La Mancha". El consejero de Obras Públicas reconoció, al respecto, que será necesario "un cambio en la mentalidad de la Administración y también de la sociedad, para que al menos en el ámbito urbanístico se evite el crecimiento inadecuado de nuestras ciudades".
El titular de Obras Públicas resumió en cuatro los pilares fundamentales del Pacto: calidad en el urbanismo, urbanismo para todos, respeto ambiental e integración en la comunidad. Estas bases se traducen en una mayor conciencia urbanística en la planificación de nuestras ciudades, para aumentar la calidad de vida de sus habitantes, promoviendo la defensa y mejora del entorno natural y la convivencia pacífica solidaria de los ciudadanos y ciudadanas de Castilla-La Mancha.
La plasmación práctica del documento se observará, según Gil, en "un aumento de las viviendas protegidas, en el fomento de las viviendas bioclimáticas o ecológicas, en la construcción de más lugares de encuentro como parques o plazas y en una mayor depuración de las aguas residuales, entre otras muchas cosas". Además, añadió, "pretendemos resolver un problema cotidiano como es la falta de aparcamiento de nuestras ciudades".
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