Fuente: EFE.
Cabras y ganado vacuno, palomas, ratas, ranas y perros y gatos asilvestrados constituyen, entre otras especies no autóctonas, amenazas directas sobre la flora y fauna de las islas ecuatorianas de Galápagos, uno de los ecosistemas más exclusivos del mundo
No sólo la pesca artesanal e indiscriminada de pescadores locales y barcos extranjeros, o los derrames de carburantes como el ocurrido en enero pasado, sino también los animales que el hombre introdujo en este archipiélago son una seria amenaza para las especies autóctonas.
Las cabras fueron introducidas por el hombre hace aproximadamente dos siglos para su alimentación, y aunque son mamíferos herbívoros que viven en terrenos montañosos y de climas semiáridos, se han adaptado fácilmente en las islas.
Las cabras roban el alimento de herbívoros autóctonos como las tortugas e iguanas terrestres, destruyen la vegetación en lugares donde se reproducen aves terrestres y donde habitan un sinnúmero de invertebrados, y han contribuido a la dispersión de semillas de plantas introducidas en el archipiélago.
Aunque desde 1971 se intenta erradicar a las cabras, Víctor Carrión, del área de animales introducidos del Parque Nacional Galápagos (PNG), dijo a EFE que están presentes en islas grandes como Isabela (100.000), Santiago (40.000), Santa Cruz (10.000), Floreana (8.000) y Baltra (40 animales). El PNG, que controla la biodiversidad del archipiélago, desarrolla una campaña de cacería sistemática de cabras asilvestradas en la isla Santiago, que se hará extensiva a las demás.
El ganado vacuno compite también por el alimento con los animales nativos y contribuye a la erosión del suelo. Fue inicialmente introducido en la isla Floreana, pero ahora vive en las otras tres islas también pobladas (Santa Cruz, San Cristóbal e Isabela).
Lo propio hacen asnos, caballos y cerdos, que, actualmente, existen en las cuatro islas pobladas, aunque han alcanzado también otras en colonias asilvestradas. El PNG estudia la erradicación de los cerdos en la isla Santiago.
Los perros existen en las cuatro islas pobladas, pero durante el período que vivieron en estado salvaje en las islas Isabela, Floreana y Santa Cruz provocaron serios daños a las iguanas terrestres y tortugas gigantes.
Los gatos, considerados los principales depredadores de iguanas marinas y terrestres, están controlados en las islas pobladas, pero siguen causando daños en otras deshabitadas y en la parte norte de la Isabela. El PNG intenta erradicar los gatos de Baltra, con miras a ampliar la campaña a importantes zonas de reproducción de iguanas.
De forma accidental llegaron a las Galápagos las ratas negras y ahora están presentes en muchas islas e islotes junto al ratón casero. En un informe el PNG detalla que la rata negra es la principal causante de la extinción de ratas nativas de las islas Santa Cruz, Baltra y San Cristóbal, y aunque sean muy pequeñas repitieron la historia de David y Goliat al llevar al borde de la extinción a las tortugas gigantes de la isla Pinzón, pues depredaron huevos y crías.
El PNG tiene programas de control de ratas en las áreas de anidación, mientras combate también con la amenaza que representan las palomas, distribuidas en las áreas pobladas de Isabela, San Cristóbal, y Santa Cruz. Las palomas son portadores de enfermedades y de parásitos que afectan a humanos y a aves terrestres. La presencia de las ranas se detectó en 1998 y, probablemente, llegaron por accidente en los barcos de carga que llegan a las islas o por vía aérea.
Las islas Galápagos, declaradas por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979, están situadas a mil kilómetros de las costas continentales de Ecuador y son el hábitat de unas 50.000 especies naturales, de las que el 40 por ciento son endémicas.
El científico Charles Darwin vivió largo tiempo en el archipiélago ecuatoriano en el siglo XVIII y allí realizó algunos de sus más decisivos estudios sobre la evolución de las especies.
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