Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Unión Europea estudia la propuesta de instalar en Canadá la planta de fusión nuclear ITER, un proyecto de investigación en el que participa este país, Rusia, Japón y la UE, aunque en primer lugar "hay que adoptar la decisión política de construirla".
Así lo explicó hoy el director del Programa de Preservación de los Ecosistemas de la Comisión Europea, Hardo Bruhns, que intervino en un curso de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial sobre Desarrollo Sostenible, Energía y Transporte.
Por el momento, dijo, la Unión está estudiando la propuesta de las "autoridades canadienses" de construir en la ciudad de Clarington esta planta de energía, una iniciativa de la que finalmente se retiró Estados Unidos, añadió.
En principio, su coste de construcción se estima en alrededor de 3.500 millones de euros y se necesitarán diez años para llevarlo acabo.
En el V Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la UE (1998-2002), el presupuesto destinado a la fusión nuclear (un proceso que intenta simular las reacciones del Sol) asciende a 788 millones de euros, mientras que en el VI Programa -que ahora se está negociando- la financiación para el conjunto de investigaciones energéticas se elevará a mil millones de euros.
Según Bruhns, el actual estado de desarrollo de la fusión nuclear, "que ha progresado de forma importante en los últimos 25 años", se encuentra en un nivel "en el que la UE deberá decidir si va hacia adelante e implanta esta tecnología en el mercado, o bien opta por ella como un ejercicio académico, científico".
Puntualizó que junto a esta fuente energética, la Unión Europea centrará sus esfuerzos de los próximos años en el diseño de las células de combustible, en las tecnologías del hidrógeno y en las denominadas energías "verdes", como la solar fotovoltaica y la biomasa.
El representante de la Comisión subrayó asimismo la importancia de las renovables, ya que su potencial teórico puede satisfacer "toda o gran parte de la demanda energética de los Estados miembros de la Unión", aunque para ello habrá que "tener en cuenta las barreras técnicas, económicas y otras como la aceptación social".
En su opinión, una de las claves del éxito de las energías verdes consiste en lograr reducir sus costes de producción, que hoy por hoy son demasiado "altos". Por otra lado, Bruhns manifestó que tampoco "deben perderse de vista las energías nucleares, que nos ofrecen el 35 por ciento de la electricidad consumida en la UE y sin producir dióxido de carbono (CO2)", un factor relevante "cuando hablamos de desarrollo sostenible".
Llamó asimismo la atención respecto a que la Unión tiene que importar alrededor del 50 por ciento de la energía que consume, una "dependencia que ha ido disminuyendo en los últimos 25 años en algunos países miembros", como el Reino Unido y Dinamarca, gracias a la explotación del gas natural del Mar del Norte.
Las estimaciones para el año 2050, apuntan a que el consumo energético mundial llegará a "doblarse, lo que supone que habrá un mercado inmenso para la energía". El presidente de BP España, Luis Javier Navarro, clausurará hoy el curso de verano sobre desarrollo sostenible, que ha contado con el patrocinio de esta compañía.
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