En la demanda, presentada en un tribunal federal de Washington, las organizaciones aseguran que el Departamento de Defensa violó las normas federales al no actualizar la evaluación de impacto ambiental de las obras.

Las organizaciones, una de las cuales es la filial estadounidense de Greenpeace, piden que el Pentágono realice una nueva evaluación de impacto ambiental en el lugar en el que piensa construir una base para realizar ensayos avanzados del sistema.

Se trata de Fort Greely, una base del Ejército situada en el centro de Alaska. Un representante de los grupos demandantes señaló que una nueva evaluación del impacto que causarían las obras en el medio ambiente de la zona podría requerir entre medio año y año y medio.

Por su parte, un portavoz de la Organización para la Defensa contra Misiles Balísticos, el órgano del Pentágono que gestiona este programa, aseguró que se han realizado los suficientes estudios, y que el impacto sobre el medio ambiente sería "mínimo".