Fuente: EFE.
El contrabando entre la frontera de Melilla y de Beni Enzar (Marruecos) deja abandonada en sus
inmediaciones una media diaria de veinte toneladas de cartón, cifra que el consejero de Medio Ambiente, Rafael Hernández (PSOE) calificó de "desesperante" porque "se echa más de lo que se recoge".
Son miles de cajas que envuelven los artículos que los marroquíes compran en Melilla para venderlos en su país y que luego portan en grandes fardos envueltos en tela, y aunque se han instalado contenedores especiales y hay un servicio reforzado de limpieza "no hay manera humana de acometerlo", reconoció el consejero.
Pese a la imagen de suciedad que presenta la zona, que origina las críticas de los vecinos y los comerciantes, ese cartón se convierte después en una de las principales fuentes de generación de energía eléctrica de la planta incineradora de Melilla, donde se quema.
Hernández explicó que el cartón entra en el proceso de reciclaje conocido como "incineración valorizada", por la que una materia se transforma en energía no contaminante. Destacó que el papel y el cartonaje contribuye a "mejorar" la combustión de residuos en la incineradora y "ayuda" a rebajar las
emanaciones al aire.
Además, su quema produce energía eléctrica, 1,8 megavatios por hora, de los que 1,2 se venden a la suministradora de electricidad Gaselec y el resto se utiliza para el funcionamiento de la incineradora "con lo que evitamos alimentarla con otros combustibles más contaminantes como el gasóleo".
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