Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Comisión Europea ha adoptado la decisión de la distribución de los fondos destinados a financiar durante la campaña 2001/2002, los planes de reestructuración y reconversión del viñedo. España es el Estado miembro más favorecido en este reparto, puesto que le han correspondido 154,16 millones de euros lo que representa el 36,5 % de los 422 millones de euros que en total se han distribuido.
Esta asignación inicial de fondos, que supera en un 26% a la concedida en la campaña anterior, permitirá una modernización de las estructuras vitícolas productivas en una superficie que superará las 28.500 hectáreas. La finalidad de esta línea de subvenciones, contemplada en la Organización Común del Mercado (OCM) del vino aprobada en 1999, es mejorar la competitividad de los vinos en los mercados nacional e internacional, adecuando la oferta a una demanda cada vez más selectiva y consiguiendo un mejor equilibrio en el mercado.
En la pasada campaña España, además de los 122,11 millones de euros (20.316 millones de pesetas) recibidos inicialmente, participó en la reasignación de los 115 millones de euros que algunos Estados miembros no habían utilizado. En este segundo reparto nuestro país ha sido el más beneficiado al recibir una cantidad de 49,6 millones de euros adicionales (8.254 millones de pesetas).
Hay que reseñar que la utilización total de los fondos asignados inicialmente por la Unión Europea, lograda gracias a la colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las Comunidades Autónomas, ha sido lo que le ha permitido que España participase en el reparto de remanentes.
Por lo tanto, el total de ayudas percibidas por nuestro país para la reestructuración del viñedo en la campaña 2000/2001 asciende a 171,71 millones de euros (28.571 millones de pesetas).
La Comisión adjudicará a los Estados miembros dichas asignaciones iniciales en función de criterios objetivos que tienen en cuenta situaciones y necesidades, así como la proporción de la superficie comunitaria de viñedos en el Estado miembro.
Los Estados miembros deben proponer las regiones y tipos de producción que pueden optar a estas ayudas para que al fijar las dotaciones se tengan en cuenta los problemas derivados de la diversidad regional. Las medidas para orientar la oferta aplicadas para adaptar los viñedos a la demanda del mercado se mantendrán, con objetivos más específicos. Los Estados miembros establecerán las disposiciones detalladas y la cuantía de las ayudas.
No obstante, la asignación inicial puede adaptarse a tenor del gasto y las previsiones de gastos revisadas presentadas por los Estados miembros antes del 30 de junio, teniendo siempre en cuenta la finalidad del régimen y en función de los fondos disponibles. A partir de la información que se ha recibido, los Estados miembros gastaron 264,5 millones de los 380 millones de euros disponibles para la campaña de 2000-2001.
La Comisión ha reasignado ahora los 115,5 millones de euros restantes a los Estados miembros que han solicitado financiación adicional. La campaña 2000-2001 para la reestructuración y la conversión de los viñedos ha sido la primera de este género, y un considerable número de viticultores de importancia han mostrado gran interés en el programa. La mayoría de los Estados miembros han superado con creces las expectativas iniciales.
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