Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Consejería de Medio Ambiente ha decidido aplazar hasta septiembre la puesta en marcha del dispositivo de traslado de los últimos lodos del vertido de la mina de Aznalcóllar, que se encuentran apilados en una zona cercana a la instalación minera.
El traslado estaba previsto para esta semana, que era la fecha acordada con la empresa Boliden Apirsa, pero, una vez preparado el dispositivo técnico para efectuar el traslado y resueltas las cuestiones relativas a la seguridad, el Ayuntamiento de Aznalcóllar solicitó a la Consejería el retraso del operativo para que esta circunstancia no interfiriera en las negociaciones para la venta de la mina.Por esta razón la consejería de Medio Ambiente ha decidido posponer los trabajos.
En la zona de Guadiamar, que en su día limpió Boliden Apirsa y que finalmente asumió la Consejería de Medio Ambiente, aparecieron tras las lluvias del invierno pasado lodos que estaban enterrados y que fueron apilados en primavera en una zona cercana a la mina, en tanto que está previsto su traslado a la Corta de Aznalcóllar.
El total de estos restos, diez mil metros cúbicos, supone una pequeña parte del volumen retirado hasta la fecha, que asciende a más de siete millones de metros cúbicos.
Según Medio Ambiente, esta cantidad residual de lodos se encuentra en un lugar donde "no reviste riesgo alguno", ya que "están encapsulados, en una zona estable desde el punto de vista de posibles avenidas de agua, y protegidos por una capa de material rico en óxidos de hierro, lo que asegura su inocuidad".
Sin embargo, para lograr la regeneración total de la zona, se valoró, según la Consejería, "la opción tecnológica más adecuada para el depósito, que es su traslado y vertido a la Corta de Aznalcóllar, donde se depositó todo el material procedente de la limpieza".
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