Fuente: Madrid/Geoscopio.
El profesor de Proyectos de la Universidad de Barcelona Ramiro Aurín advirtió de que "aún estamos muy alejados de la sostenibilidad" en la ocupación del espacio, por lo que reivindicó el "modelo ideal" basado en la unión de "un sistema urbano conectado y un sistema natural".
Aurín hizo estas reflexiones a los medios de comunicación antes de intervenir en el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo "Ingeniería, arte y naturaleza", donde destacó que una de las claves de la arquitectura en este siglo será "cómo pasar de un modelo humanista a la construcción sostenible adaptada al medio ambiente".
También hizo hincapié en las dificultades que tienen los ingenieros y los arquitectos para desarrollar su labor ante las presiones económicas que exigen grandes rendimientos pecuniarios a corto plazo.
"Si alguien va a ganar mucho dinero es muy difícil que se imponga la sostenibilidad", señaló el ingeniero barcelonés, que codirige el curso que este año rinde homenaje al ingeniero miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando José Antonio Fernández Ordóñez, recientemente fallecido.
El otro codirector del encuentro, el profesor emérito de la Universidad Politécnica de Madrid e ingeniero Clemente Sáenz de Ridruejo, hizo una semblanza del homenajeado, a quien se le rinde un tributo "rememorativo de ese hombre extraordinario que fue".
Sobre el modelo urbanístico, Sáenz de Ridruejo recordó que este curso puede servir como "pórtico de lo que pretendemos para el futuro" los investigadores de la ocupación del espacio, y alabó este encuentro que se desarrollará durante cinco días en la capital cántabra porque "reúne a personas heterogéneas" en su pensamiento.
Por último, el arquitecto Miguel de Oriol, que intervino en estas jornadas en una conferencia titulada "La escultura en la ciudad", criticó las actuaciones del Ayuntamiento de Madrid, porque, a su juicio, "no ha sabido incorporar la escultura a la ciudad y a la Naturaleza como sí lo ha hecho Chillida en San Sebastián".
Además, el miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando recordó que la arquitectura, que definió como "pasión técnica por el arte", debe estar encuadrada para alcanzar las más altas cotas de perfección entre "lo comprensible y lo mágico, aunque siempre regida por un orden".
"La geometría y el orden -indicó el director del proyecto de rehabilitación de la Plaza de Oriente madrileña- deben ser los parámetros básicos que debe seguir un arquitecto, así como el respeto a la belleza apoyada dentro del orden".
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