Fuente: Madrid/Geoscopio.
El documento subraya que las cuestiones ambientales deben incorporarse plenamente en todas las actividades del Banco y da su apoyo a una nueva estrategia ambiental destinada a integrar de manera cabal las cuestiones ambientales en los proyectos y programas del Banco.
Dicha estrategia -resultado de dos años de consultas realizadas en distintos lugares del mundo y a través de Internet- buscará garantizar que el crecimiento económico no se produzca a expensas de la salud y las futuras oportunidades de la población, como resultado de la contaminación de los recursos naturales y los ecosistemas
"Nos hemos esforzado por integrar el medio ambiente en los programas del Banco porque la sustenibilidad es fundamental para el desarrollo", señaló Ian Johnson, Vicepresidente, Desarrollo Social y Ecológicamente Sostenible del Banco.
"La estrategia es producto de la convergencia de opiniones aportadas desde distintas perspectivas. Dada la complejidad del desarrollo, es inevitable que exista una gran variedad de criterios sobre las orientaciones, las prioridades y la rapidez con que se deben integrar los temas ambientales en el desarrollo".
Johnson afirmó que la población de los países en desarrollo está cada vez más interesada en el medio ambiente, y se preocupa por las consecuencias de la contaminación y la disminución de los recursos naturales para su salud, así como las posibilidades de lograr un desarrollo sostenible.
En esos países, entre cinco y seis millones de personas mueren todos los años a raíz de enfermedades transmitidas a través del agua y de la contaminación ambiental. Se ha calculado que en muchos países en desarrollo, los costos económicos del deterioro ambiental oscilan, anualmente entre el 4 y el 8 por ciento del PIB. Por otra parte, el cambio climático amenaza con socavar aún más el desarrollo a largo plazo y la posibilidad de un alto número de personas de escapar de la pobreza.
La estrategia hace hincapié en las prioridades de los países en desarrollo y delimita tres objetivos: Elevar la calidad de vida en tanto esta resulta afectada por las condiciones ambientales; mejorar la calidad del crecimiento, tanto a través de marcos normativos, regulatorios e institucionales que permitan una gestión ambiental sostenible como del desarrollo sostenible del sector privado; y proteger la calidad de los espacios públicos regionales y mundiales, es decir, el clima, los bosques, los recursos hídrico y la biodiversidad.
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