Fuente: Madrid/Geoscopio.
Un importante estudio de investigación de la UE de los últimos diez años, ha probado que el coste de producción de electricidad a partir de carbón o petróleo se duplicaría y que el coste de la producción eléctrica a partir de gas se incrementaría en un 30% si los costes externos, como los daños al medio ambiente y a la salud, se tuvieran en cuenta.
El estudio estima que estos costes aumentarían en un 1 o 2% el Producto Nacional Bruto, sin incluir el coste del calentamiento global. Estos gastos han tenido que ser cubiertos por la sociedad durante largo tiempo, ya que no están incluidos en las facturas eléctricas que los consumidores pagan.
El proyecto, que ha sido emprendido por investigadores de todos los estados miembros de la UE y de EEUU, estaba concebido para cuantificar los costes medioambientales de la producción eléctrica. El comisario Philippe Busquin comentó los resultados y animó a los productores de energía a plantearse las opciones medioambientales para ayudar a reducir los costes externos. Actualmente, los costes de la generación eléctrica se elevan a 0,04 euros por KWH y éstos son superiores en las áreas urbanas que en las rurales.
La electricidad es justo el ejemplo en el que la metodología externa puede ser aplicada a otros sectores energéticos como los transportes. El informe explica que la energía nuclear implica costes externos más reducidos debido a la influencia en el calentamiento global y a la baja probabilidad de accidentes en las plantas de energía europeas. Así, la energía eólica e hídrica presentan los costes más bajos.
La metodología para calcular los costes externos parte de la medición de las emisiones ( incluidas las aplicaciones de los métodos para establecer comparaciones), la dispersión de la polución en el medio ambiente y el incremento de las concentraciones en el ambiente que son controladas.
El informe propone dos caminos para tener en cuenta el coste de los daños medioambientales y en la salud. Una posibilidad sería absorbiendo los combustibles y tecnologías dañinas , aumentando los precios energéticos. Por ejemplo, si los costes externos de la producción de electricidad a partir del carbón se facturaran dentro de la cuenta eléctrica,se añadirían entre 2 y 8 céntimos por KWH en la factura actual.
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Otra solución sería fomentar o subvencionar las tecnologías limpias que permiten reducir estos costes. La Comisión ha optado por esta segunda solución. Los Estados Miembros animan a las nuevas plantas que producen energías renovables a que eviten estos costes externos.
La Comisión ha lanzado recientemente un informe llamado Newext ( nuevos elementos para la valoración de los costes externos de las tecnologías energéticas) que estudia los elementos adicionales para la evaluacón de los costes, como la evaluación del riesgo mortal, los efectos severos en el medio ambiente (aire, sol y agua) que pueden ser dañados, los efectos de importantes accidentes en cadenas de combustibles no nucleares etc.
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