Matas agregó que el acuerdo es importante porque posibilita la ratificación del Protocolo de Kioto, ponerlo en marcha y que no exista ningún obstáculo para que España y ningún país de los que han tomado este acuerdo puedan ratificarlo y que sean de obligado cumplimiento.

Sobre si las sanciones previstas van a tener suficiente carga punitiva, el ministro consideró que el régimen de sanciones incentiva suficientemente el cumplimiento de los compromisos, y observó que el país que no cumpla estará obligado a restaurar el daño causado.

Matas aseguró que en el acuerdo ha tenido mucho que ver el papel de la Unión Europea, "porque ha sido la que ha puesto la presión sobre la mesa y ha conseguido un régimen de sanciones que castiga el no cumplimiento".

El sindicato Comisiones Obreras ha celebrado también el acuerdo alcanzado en Bonn que ha permitido salvar el Protocolo, y su secretario de Medio Ambiente, Joaquín Nieto, insistió en que es "una victoria política" de la UE y de las organizaciones no gubernamentales frente a Estados Unidos y las industrias petroleras.

El sindicato, en un comunicado, considera muy positivo que la energía nuclear haya quedado fuera de los mecanismos de flexibilidad del Protocolo de Kioto. Por su parte, Ecologistas en Acción reiteró que el resultado de la Cumbre de Bonn permite a los gobiernos salvar la cara ante la opinión pública, "muy preocupada por ver que el Protocolo de Kioto se pone en marcha, pero ha vaciado de contenido el acuerdo hasta convertirlo en ineficaz para frenar el cambio climático".

En un comunicado, los ecologistas expresan su satisfacción porque la energía nuclear sea explícitamente excluida de las tecnologías que pueden desarrollarse para combatir el cambio climático. En este sentido volvió a manifestarse Greenpeace, quien agregó que el Gobierno español debe asumir que la nuclear es una energía sin futuro y por ello plantearse inmediatamente la puesta en marcha de un plan de cierre de las centrales nucleares.