Fuente: Madrid/Geoscopio.
La jefa de la delegación estadounidense en la Cumbre del Clima de Bonn, Paula Dobriansky, fue abucheada en la sesión final de la conferencia en la que se logró un acuerdo para salvar el Protocolo de Kioto, cuando afirmó que su país "toma en serio" el problema del cambio climático.
Pese a que Washington ha quedado aislado en la cumbre, y que su rechazo a Kioto ha provocado muchas críticas y hasta indignación en las sociedades de muchos de los países presentes, Dobriansky no dudó en afirmar que "Estados Unidos pretende mantener su liderazgo" en materia de asistencia ecológica a los países en desarrollo.
La delegada, que es subsecretaria de Asuntos Globales en el Departamento de Estado, expresó la voluntad de EEUU de aumentar la ayuda tecnológicas al desarrollo sostenido a través de canales "bilaterales, regionales y los multilaterales preexistentes".
El Gobierno de Washington había reconocido anteriormente que uno de sus principales intereses en esta cumbre era evitar contraer nuevos compromisos de ayuda a los países en desarrollo. EEUU forma parte de la convención sobre el cambio climático, anterior a Kioto, y como tal proporciona ayudas y no quería que en esta cumbre se tratara de incluir en los compromisos fondos que son para financiar la aplicación del Protocolo.
En su declaración final, la diplomática de EEUU recalcó que en esta cumbre ha quedado fijado el principio de "segregación", y por lo tanto las nuevas ayudas que los países de Kioto han prometido no comprometen a Washington.
Recalcó que su país no va a cambiar de posición, pero que "toma muy en serio el cambio climático y que no abdicará" de los esfuerzos para combatirlo a su manera. Indicó que Washington no ha intentado disuadir a nadie de sumarse Kioto.
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