Fuente: Madrid/Geoscopio.
Las emisiones de gases causantes del efecto invernadero incrementaron en la última década en un 17 por ciento en Australia, lo que para Greenpeace muestra el poco interés del Gobierno en cumplir con los contenidos del Protocolo de Kioto.
La portavoz de la organización ecologista en Australia para asuntos del cambio climático, Frances MacGuire, ha dicho que"las cifras hablan por sí solas, y muestran que, pese a lo que pueda decir Bonn (en referencia a la cumbre sobre el clima que se celebra en esta ciudad alemana), el Gobierno continúa ignorando el impacto directo que el abuso energético provoca en el medio ambiente".
El ministro australiano de Medio Ambiente, Robert Hill, participa junto al resto de representantes de los Estados miembros de Naciones Unidas en la sexta Cumbre del Clima, en Bonn. Esta Cumbre se celebra bajo la sombra del fracaso, dado que su objetivo es conseguir el compromiso de ratificar el Protocolo de Kioto, que contempla la reducción de gases causantes del efecto invernadero, aunque algunas potencias industrializadas ya han mostrado su negativa a ratificarlo.
Según el Protocolo de Kioto, suscrito en 1997, los países firmantes deben recortar antes del año 2010 las emisiones de gases contaminantes en un 5,2 por ciento sobre los niveles de 1990. Estados Unidos, Canadá y Australia han declarado que no ratificarán el Protocolo y han mostrado su interés por buscar otras vías para solucionar el problema.
Japón, país en el que la Unión Europea (UE), partidaria de la ratificación del Protocolo, tenía depositadas sus esperanzas, anunció en vísperas de la Cumbre de Bonn que postergará su decisión hasta finales de octubre.
"Pero esas 'otras vías' no han sido propuestas, y a pesar de las inversiones millonarias que el gobierno declara haber hecho para mejorar el medio ambiente no hemos visto ningún resultado positivo",indicó la portavoz de Greenpeace.
En Australia, el consumo energético se ha incrementado un 61 por ciento en los últimos 20 años y sólo un 5 por ciento de la energía utilizada es renovable, según un informe publicado por la Oficina de Estadísticas.
MacGuire explicó que la tendencia no es corregida porque "una de las principales fuentes de ingresos del país radica en la producción de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas". Sin embargo, la tendencia consumista culmina con una gran producción de desechos, según el citado informe, y ha colocado a este país entre los cuatro mayores productores de desechos per cápita del mundo, junto a Islandia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
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